Esta semana Estados Unidos ha recuperado una sangrienta tradición. Se trata de los combates de boxeo sin guantes, que estaban prohibidos desde 1887. Desde 1889 no se disputaban combates de esta modalidad. Sin embargo, estos han sido recuperados legalmente.

En estos últimos días, sin embargo, se han vuelto a ver peleas de estas características en una velada disputada en el estado de Wyoming y a la que asistieron 2000 espectadores. Una pista de hielo ha sido el escenario elegido para montar el ring. Los combates han visto enfrentarse a Arnold Adams contra DJ Linderman y a Joey Beltran frente a Tony López. La sangre ha sido visible en los cuerpos de los boxeadores.

Hagiografía sobre Bare knuckle (Boxeo sin guantes)

Durante el siglo XVIII y principios del XIX, el pugilismo sin guantes fue un precursor importante del boxeo en Gran Bretaña. Sin embargo, con toda seguridad se extendió más allá de los espectáculos celebrados en campos de frontón y canchas de tenis en el Londres de principios del siglo XIX. Estos preliminares tuvieron varias características que anticiparon el futuro deporte del boxeo.

Los púgiles llevaron los “amortiguadores” (guantes acolchados), se predeterminó la duración de la lucha y se llamó “tiempo” a un período establecido. Se prohibió la lucha cuerpo a cuerpo y el golpear a un contrincante en el suelo. Ninguna de estas características estaba presente en el pugilismo a puño descubierto. La primera persona en codificar tales reglas fue Jack Broughton, un destacado pugilista de la década de 1730, que abrió su propio estadio en 1743. Ideó las reglas para dar a sus luchadores cierta protección (él mismo había matado a un adversario dos años antes).

El 7 de febrero de 1882, en la ciudad de Mississippi (EE. UU), se celebró el último campeonato de boxeo a puño descubierto entre pesos pesados.