Tyson Fury quiere que el campeón mundial de peso pesado del CMB, Deontay Wilder, el boxeador estadounidense con el toque espectacular de una mano derecha. Fury confía en que haría el trabajo. “¿Estoy seguro de que puedo vencer a Wilder? Cien por ciento. Los venceré a todos. No hay nadie que pueda tocarme, esta es mi época”, atestiguó.
Antes de que eso suceda, Fury tiene algo que hacer. Luego de dos años y medio lejos del ring, Fury comenzó su campaña de regreso con una fácil victoria sobre Sefer Seferi en junio. Sin perder tiempo, Fury reservó una pelea contra Pianeta para el 18 de agosto, no como cabeza de cartel, sino como la principal cartelera que apoya la pelea interina de Carl Frampton por el título pluma contra Luke Jackson.
Cualquier cosa, parece, para volver al ring y acumular impulso. Fury insiste en que está centrado y en su camino de regreso a la cima, pero tendrá que encargarse de los negocios contra Pianeta antes de que pueda obtener las peleas que quiere.
Fury vs. Pianeta
Fury es un largo camino de su última gran victoria sobre Wladimir Klitschko en noviembre de 2015, una decisión unánime que lo llevó a ganar cuatro cinturones de peso pesado. Pero luego las prohibiciones de drogas, los comentarios despectivos y los flirteos con la jubilación descarrilaron todo su progreso.
El británico de 29 años con raíces de irlandés viajero quiere dejar todo eso atrás y capitalizar la personalidad y el talento que lo tuvo establecido para gobernar la división de peso pesado y convertirse en una estrella aún más grande en el deporte. “El viejo Tyson Fury se ha ido, nunca se volverá a ver en la historia. El nuevo Tyson Fury está aquí ahora”, testificó el martes.