En una pelea que tuvo más acción de lo que se esperaba, Anthony Joshua (22-0-0 21KO) retuvo sus campeonatos de peso pesado de la Federación Internacional de Boxeo, la Asociación Mundial de Boxeo y la Organización Mundial de Boxeo, tras vencer por nocaut técnico en el séptimo round al ruso Alexander Povetkin (34-2-0 24KO), ante 90000 personas que coparon el Estadio Wembley de Londres.

Fue Povetkin el que sorprendió a propios y extraños desde el comienzo de la pelea. Con su velocidad, trataba de evadir el jab por parte de Joshua y boxear a la distancia. Al final del primer round, conectó una gran combinación de golpes (que finalizó con un gancho de izquierda) que hicieron trastabillar y dañaron la nariz del campeón, para la sorpresa de todos los aficionados presentes en Wembley.

Mientras Joshua se mostraba timorato en su boxeo, basado en el jab a las zonas blandas, Povetkin acechaba constantemente al inglés y llegaba con golpes volados sobre su humanidad y así fue como acumuló rounds hasta el quinto, donde presentó algunas muestras de cansancio físico, lógicas en un boxeador de 39 años.

En el sexto round, es donde más se evidenció ese cansancio, Povetkin ya no estaba tan lucido como en las primeras vueltas. La mayoría de las combinaciones de golpes quedaban en la guardia de Joshua o simplemente se perdían en el aire. Al mismo tiempo, el inglés encontró las mejores manos del combate de su parte y de esa forma provocó la preocupación del ruso y su esquina de trabajo.

Finalmente, en el séptimo asalto Povetkin no pudo hacer nada ante el devastador poder de Joshua que tras un derechazo tremendo que lo conmovió, lo mandó a la lona tras una dura combinación de izquierda y derecha. El ruso se reincorporó como pudo, pero ya era tarde, una nueva tanda de golpeos por parte AJ lo enviaron por segunda vez al suelo y dictaminaron el nocaut técnico por parte del árbitro del combate Steve Gray.

Esta sin dudas, fue la última gran oportunidad para Povetkin, que arrastraba hasta este combate un invicto de ocho peleas, tras su derrota por decisión unánime frente a Wladimir Klitschko en 2013. Ya con 39 años, se deberá replantear si aún quiere luchar por un lugar en la élite de los pesos pesados o si decide ponerle broche final a su carrera. Será una decisión seguramente meditará en los próximos meses.