“Floyd Patterson tenía este gancho de izquierda que te arrancaría el cerebro”, recordó el tipo duro canadiense George Chuvalo. En su larga carrera, había luchado contra lo mejor de una era increíble y marcó la pelea de Patterson como la más dura, más agotadora que dos veces luchando contra Muhammad Ali o sus encuentros con Joe Frazier y George Foreman.

Su pelea con Floyd en el Madison Square Garden el 1 de febrero de 1965 fue explosiva y aunque el ritmo disminuyó más tarde en la pelea mientras ambos luchaban por el agotamiento, simplemente se plantaron y trataron de quitarse la cabeza al otro. Patterson obtuvo una decisión unánime, 6-5-1, 7-5, y 8-4 y con una puerta en vivo de U$$ 166,423.00 y U$$ 600,000.00 de TV de teatro, esta, hasta la fecha, fue la pelea más importante sin título de la historia y la pelea de la revista Ring del año.

“Puedo tomarlo mucho mejor de lo que ustedes, caballeros, me dan crédito”, manifestó Patterson, de 30 años en aquel entonces, a los periodistas reunidos después de enfrentarse a un feroz castigo. “Aunque ambos boxeadores recibieron una fuerte paliza, les pagaron bien por sus esfuerzos en la pelea sin título más rica jamás organizada”, declaró el medio de prensa Boxing News.

“Parecía que en la sexta, séptima y octava ronda, Floyd Patterson posiblemente podría ser detenido porque parecía estar cansado por el ritmo tremendo. Pero en el noveno regresó y le dio a Chuvalo una lección de boxeo y puñetazos", agregó. El hombre fuerte canadiense de 28 años, que acechaba a Floyd en todo, terminó con el ojo derecho cerrado, cortes arriba y debajo del ojo izquierdo y en el medio de su frente.

Las dificultades técnicas significaron que aquellos que esperaban ver la pelea en partes de Canadá quedaron bloqueados hasta la 10ª ronda, con reembolsos a más de 2,300 fanáticos en Vancouver y otros 1,400 en Victoria. Se llamó a la policía para sofocar las filas entre los fanáticos enojados.