No pasó mucho tiempo antes de que el campeón de peso welter de la FIB, Errol Spence Jr., hiciera sentir su presencia. Desde el principio, se comprometió a golpear y arrojó al cuerpo de García muchos golpes. Por mucho que lo intentara, Mikey tenía poco que ofrecer para compensar a uno de los luchadores más incompletos pero fuertes del mundo del boxeo.

Durante las primeras rondas, Spence aceleró la actividad y se asentó en sus golpes de jabs. Después de seis rondas, el reinante defensor abrió más y clavó tanto ganchos desagradables en la sección media de García como pudo. Cuando Mikey intentó contrarrestar, su oponente no pudo ser minimizado.

En las rondas de campeonato, Spence pasó por una vigía de leñazos de dominio despótico, mientras que García trató de escudarse en una pelea que ya la tenía perdida si era por las decisiones de los jueces. Pese a que García jamás se escondió fue evidente la ventaja de altura y pegada para Errol, que no se vio exigido al cien por ciento por el contrario. Un corte para Mikey en el tercer episodio sólo fue el augurio de una noche complicada en la que dijo adiós a su marca perfecta.

Frente a más de millones de espectadores del boxeo Spence Jr. obtuvo una preeminencia limpia en las tarjetas, 120-107, 120-108 y 120-108, logrando ser uno de los pugilistas libra por libra más dominante de los últimos tiempos.

Las palabras post pelea:

"La distancia estaba a su favor, hizo lo que tenía que hacer, aprovechó su ventaja por la estatura, intenté hacer ajustes pero mantuvo su ventaja", reconoció el mexicoamericano al final de la contienda.

En cuanto a lo pronunciado por el campeón de peso welter fue lo siguiente: "Tenía que usar mi alcance, tenía la ventaja y tenía que utilizar el jab".