Todo surgió de repente. Que seguía, que se iba. Que había arreglo, que estaba todo mal. Y un día la verdad se supo y se escuchó un gran lamento Bodeguero.

El cuidador de los tres palos del Expreso jugaba en Godoy Cruz desde los siete años y tenía una gran relación con todos, por eso fue sorpresiva tu salida.

Entredichos contrapuestos entre el presidente Mansur y Nélson Ibáñez llevaron a que no se renovara el contrato y por ende el Loco dejó de pertenecer al Tomba.

Se lo acusó de querer fundir al club por el monto solicitado y eso fue lo que desató la catástrofe y dolor del jugador-hincha bodeguero; “Esto no es por plata, eso es mentirle a la gente” afirmó.

Ayer Ibáñez jugó su último partido con los colores azul y blanco y dialogó con la prensa abriendo su corazón: Me aguanté las lágrimas gracias a Dios, pero seguro que cuando llegue a mi casa y vea a mis hijas ahí tal vez me caiga la ficha de lo que estoy viviendo”. “Fue un partido especial por todo lo que se vivió en la semana, pero me voy contento”, comentó.

El arquero al saber que eran sus últimas horas en Godoy Cruz lo vivió a pleno: “Traté de tomarlo como un partido más pero me fue imposible, pero traté de disfrutar todo como la concentración con mis compañeros, el venir a la cancha y saludar a la gente que trabaja con el plantel y sinceramente estoy más que agradecido a este club”.

En cuanto a su ida, dijo: “No fue dura la decisión, si bien siempre es duro irse de un lugar después de haber estado tanto tiempo, estas cosas en el fútbol a veces pasan y sí queda un dolor porque estuve casi 25 años en este club pero son las reglas del juego, pero me voy agradecido por todo lo que me ha dado este club”.

El Loco se acordó de su gente que lo bancó siempre en ascensos, descensos, en las buenas y en las malas:Gracias simplemente por tantos años y partidos, es todo lo que le tengo que decir, soy hincha de este club como ellos. No sé si soy ídolo pero la verdad que fue emocionante el banderazo, llevo muchos años en el club y nunca ví algo así y estoy doblemente agradecido, así que hay que imaginarse lo que fue para mí venir a la cancha, así que no tengo palabras más que las de agradecimiento”.

Sobre su futuro dijo que aún es muy joven, que tiene 31 años y que quiere seguir jugando a la pelota. Ibáñez afirmó no tener ofertas todavía.

Pero ¿Volverá al Tomba? ¿los hinchas podrán ver de nuevo al Loco bajo los tres palos Bodegueros? “El fútbol tiene tantas vueltas y no sé qué pasará adelante, pero si Dios me ilumina estaré agradecido de volver, es un hasta luego”; concluyó.

Reviví las atajadas más impresionantes del arquero mendocino: