La historia se veía con un final similar. Hace tiempo las cosas en el club de Victoria no estaban de la mejor manera, y eso se notaba dentro de la cancha. El comandante del barco, Néstor Gorosito, nunca pudo enderezar el camino de sus dirigidos y, los malos resultados, se hicieron una constante en los últimos tiempos.

El conficto definitivo fue el viaje emprendido por el entrenador para recibir un premio de reconocimiento, en una fecha que coincidía con el comienzo de la pretemporada. Las declaraciones polémicas se hicieron repetitivas y el clima se tornó insoportable. Todo esto llevó a Gorosito a la decisión de renunciar y dejar su cargo a otro capaz de remontar el barco hundido.

Su campaña en Tigre no comenzó de mala manera. LLegó para sustituir a Rodolfo Arruabarrena y logró que su equipo llegara a la final de la Copa Sudamericana, aunque aquel momento histórico se vio opacado por los disturbios generados en el entretiempo a manos de la seguridad brasileña, agrediendo a los jugadores, incluso con armas de fuego. Además, logró alcanzar los octavos de final en el torno internacional más importante que tiene el continente, la Copa Libertadores.

No quedan dudas que en el plano internacional no hay nada que discutir, pero en el ámbito local perdieron muchos puntos, tanto este campeonato como el anterior. El mal rendimiento a nivel doméstico deja a Tigre comprometido con la tabla de los promedios de cara a esta nueva temporada.

El elegido por la dirigencia es un viejo conocido de la casa, Diego Cagna. Su paso por la institución dejó lindos recuerdos en los hinchas de Tigre. Principalmente el ascenso a Primera División en 2007 y también, el triangular jugado con San Lorenzo y Boca por 2008, en donde salió subcampeón.  El objetivo es alejar al club de la zona temerosa del descenso sumando la mayor cantidad de puntos posibles. Es una tarea complicada pero no imposible, teniendo en cuenta que el ahora técnico del Matador, sabe lo que es el club.