Dos partidos -dos finales-, dos empates y la era Gerardo Martino en el Barcelona que ya se alza con su primer título, la Supercopa de España. La vuelta del Camp Nou fue un cero a cero en donde la constante sensación de apertura del marcador sobrevoló toda la noche catalana y si no se hizo presente, fue por las dos apariciones determinantes de Víctor Valdés, clave tras hacer balance del encuentro, como lo terminó siendo el gol del empate de Neymar, en el partido de ida del Vicente Calderón (1 a 1, tras el gol de David Villa para el Atlético de Madrid). A diez minutos de terminar el partido y por agresión a Alves, Filipe Luis se fue expulsado en el equipo de Simeone. Minutos después, Lionel Messi estrelló contra el travesaño, un penal de Miranda a Pedro.

El factor Víctor Valdés fue ese cabo suelto con el que Simeone no contó en el partido de vuelta de la Supercopa de España finalmente en manos del Barcelona por onceava vez. El entrenador ex Estudiantes de La Plata y River planteó un esquema espejo al utilizado en el partido de ida y solo el arquero azulgrana impidió que el resultado no llegara a ser el mismo al de aquella noche madrileña e incluso, mejor para su equipo.

Con distintos nombres, Cesc Fábregas por Iniesta y Neymar por Pedro, el Barcelona volvió a sufrir el mismo esquema defensivo del Atlético de Madrid. Con Lionel Messi desde el arranque, quizás algo más retrasado y volcado sobre la derecha que como el habitual falso nueve de la ofensiva local, al equipo de Gerardo Martino se le volvió muy cuesta arriba el resolver esa fricción propuesta por el equipo de Simeone, a la hora de intentar cortar asociaciones y circuitos del Barcelona.

Lo hizo todo el partido. Cuando no provocando errores, logrando cortar con repetitivas faltas técnicas lejos de su área. Solo se filtró un pase raso de Sergio Busquet a Messi quién no logró resolver algo incomodado por Filipe Luis y el arquero belga Courtois, ingresando casi hasta el área pequeña. En ofensiva, el Atlético era resolutivo y vertical. Trasladaba poco y se asociaba mucho. Así llegaba hasta el arco de Valdés con posiciones de disparo claras, no así las definiciones. Y cuando el tiro final también era bueno, como en la mejor jugada colectiva del partido finalizada por el turco Arda Turam tras dejar en el suelo a Piqué, el arquero de la selección de España resolvía de manera fantástica.

"Creo que el partido fue el que imaginamos. Hay un equipo que tiene a los mejores del mundo y al otro lado un equipo que tiene orgullo, coraje y que sabe a lo que puede jugar. Tuvimos más ocasiones que ellos, pero eso no cuenta" diría Simeone al final del partido. El Atlético tuvo un tiempo para jugar con la cabeza y el otro, ya con el reloj en contra, para hacerlo con el orgullo. Con espacios y los ingresos de Iniesta y Pedro, por Fábregas y Alexis Sánchez, el equipo de Martino se paró varios metros más por delante que en la primera parte y al equipo madrileño le costaba salir rápido. El Barcelona administraba mejor la pelota y las contras de la visita eran menors. Aún así, se las ingenió para que David Villa tuviera una más, de derecha desde fuera del área, que Valdés volvería a resolver, estirándose hasta llegar bien debajo de su palo izquierdo.

No hubo tiempo para casi ninguna opción más. En una jugada sin pelota, en plena contra del Barcelona, Filipe Luis y Dani Alves intercambian manotazos por ganar la posición y es el juez de línea de la banda opuesta, el que informa al árbitro del partido sobre una agresión del brasileño del Atlético. El árbitro decide expulsarlo y con el, se va el orden del equipo de Simeone. En esos desprolijos minutos finales, Miranda golpea a Pedro en el área y el penal lo fallaría Messi, recuperado de sus molestias en la parte posterior de su pierna izquierda, pero con la impresión de estar falto de ritmo.

A modo de balance de ambas finales, Simeone se mostró más que conforme. “Intentamos con nuestras armas hacer un partido inteligente. En los dos partidos hemos tenido situaciones para poder marcar. Me siento muy orgulloso de los jugadores. Han demostrado ser competitivos ante el mejor equipo del mundo y eso es muy bueno para seguir creciendo" dijo positivo, aunque con un sabor amargo por las ocasiones desperdiciadas: "en estos partidos necesitas concretar las ocasiones que tenes, pero me voy con la tranquilidad de haberlo dejado todo. Ahora hay que descansar porque el domingo sigue la Liga"

Martino rescató el trabajo de Tito Vilanova

El ex entrenador de Newell´s celebró su primer título con el equipo catalán a medias. En la rueda de prensa anterior al partido, dijo sentirse un “paracaidista” por estar disputando una final en la que su cuerpo técnico no tuvo ninguna relación. Ayer y con el título ya en su poder, reafirmó sus palabras una vez más:"El hecho de que el Barcelona haya sido campeón no cambia nada. Esto se debe a todo lo bueno que sucedió el año pasado en Barcelona. Me tocó estar a mí por una desgracia. Este título es de los jugadores, de Tito (Vilanova) y del resto del cuerpo técnico".

El entrenador rosarino también fue consultado sobre la suplencia de Andrés Iniesta y la posición de Lionel Messi en el campo, algo más lejos del área. En cuanto al primero, Martino fue contundente: “al entrenador se le paga por tomar decisiones y esta fue una de ellas. No hay mucho más para decir”. En cuanto a la posición del otro rosarino del equipo, el Tata dejó ver que incluso, en esta clase de partidos algo más disputados, esta posición lo favorece porque entra en más contacto con la pelota y su espacio de falso nueve, puede bien ocuparlo otro jugador con características para hacerlo, como puede ser el caso de Alexis Sánchez.

En cuanto a la eterna discusión sobre cual debe ser el funcionamiento ofensivo del Barcelona, cuando el rival no sale a disputar el partido de igual a igual, algo que el equipo culé sufre sobre todo en etapas decisivas de las competiciones europeas, Martino comentó que no siempre se puede atacar igual y eso es algo con lo que el equipo deberá trabajar. “No siempre se puede usar la presión alta porque no todos los equipos intentan salir jugando desde abajo, como el Levante (7-0 por Liga). Hay partidos en el que el rival saca largo desde el arco y no queda otra que disputar la pelota y ocupar los espacios en segunda jugada”.

Con respecto a su primer título en la institución, reconoció quitarse “un peso de encima”.