A todos los condimentos que presenta un picante choque como es éste, se le agregaron otras dos especias; la lluvia que afectó el Diego A. Maradona -de todas maneras estuvo impecable ante el diluvio-, y el choque de estilos parecidos entre Ricardo Caruso y Julio Falcioni. Y claro, después están las presunciones y las consecuencias del resultado. Ambos sabían que ganando se alejaban o acercaban en los promedios, y el local tenía a su merced, la cima de la tabla, si se quedaba con los 3 puntos.  
   La bola rodó, y en los primeros minutos ya se marcaba una tendencia que se explica por varios motivos que van desde la ideología hasta el clima. Llover, llovía. Pero ni agua ni ácido, sino centros. El juego al ras del césped no proliferaba, por las intensas precipitaciones en la previa, y ambos DT's apostaron por el juego aéreo y de roce físico.  
   El juego era muy sucio y friccionado en la mitad de juego, por lo que no habían muchas llegadas al arco.  El tiempo se hacía eterno y All Boys era apenas más ofensivo cuando, desde un inofensivo lateral, Boyero desvió un centro de Barraza para que Miranda debute en la red de San Blas con el 1-0. De ahí en más Argentinos intentó conservar el balón lo más lejos del arco de Migliore. Esto se quebró a falta de un par de minutos para el cierre de la primer parte, donde el elenco de Floresta inundó a pelotazos al Bicho.  
  Se subía el telón de la segunda mitad y Caruso tenía todo preparado, y pre-planeado para quedarse con las tres unidades. Falcioni, en contraste, buscaría de a manotazos, no ahogarse. Villalva por Boyero, y Serrano por Gómez serían los primeros dos cambios de Caruso que establecerían un 4-2-3-1 para agazaparse y salir a cazar de contraataque. Torassa y Calleri se agregarían como 2 delanteros más en el visitante.  
   Pero la primer mala noticia del segundo tiempo llegaría para Julio. Battion se llevaba la segunda amarilla, y debía salir del campo de juego expulsado. Todo quedaba en un desesperado 4-1-4 (casi) para el Albo. Desordenado por demás. La otra cara era la del equipo de La Paternal que, aunque muy refugiado, se mostraba ordenado, y contenía los ataques enfurecidos del blanquinegro. Ahí es donde comenzó a lucirse, al punto de ser figura, Migliore, que con dos tapadones a Calleri y Torassa conservó el cero una vez más(van 470').  
   Pitazo final, y desahogo para la muralla de Paternal. Tres puntos más, duelo barrial en el bolsillo, acorte de distancia en los promedios, y el liderazgo del 'Inicial'. Para festejar, sin dudas. Por el otro lado, el irregular All Boys sigue sin ganar de visita en el barrio opuesto.