¿Se acuerdan del “jugador del pueblo” o mejor dicho de ese morochito con una cicatriz en el cuello que ponía huevo y le hacía frente a los rivales más temibles? ¿Por qué no jugó más? ¿Bajó su rendimiento? Muchas preguntas pero pocas respuestas. Mientras tanto el entrenador de la Selección Argentina, Alejandro Sabella, evita hablar del tema.

Son pocos los argumentos para que el “Apache” no esté en el plantel, aunque muchos se aferran al veredicto más fácil: “El equipo ya está armado” y digo “veredicto” porque la no convocatoria de Carlos Tevez a la Selección Nacional se asemeja a una condena. Sí, a una condena literal que está cumpliendo desde hace más de dos años, cuando vistió por última vez la camiseta celeste y blanca en la pasada Copa América.

Lamentablemente gran parte de la sociedad argentina se deja llevar por lo que dicen algunos periodistas mediocres o intenta “entender” la idea de Sabella sólo porque gana partidos. No es así, hay que ver más allá de las cosas. Preguntarse a sí mismo: ¿Qué es lo que pasa? ¿Por qué no tiene lugar un jugador como Tevez?

Y aunque es probable que cuando se sepa lista de Argentina para el próximo Mundial, Tevez no aparezca entre los convocados, mucha gente estará disconforme con esa decisión. Porque a pesar de sus altibajos, o problemas extradeportivos no se puede negar que hizo mucho por el país y dejó la vida por la camiseta. Por el momento el ex Boca la rompe en la Juventus y espera otra oportunidad. Dale, Sabella, jugatelá y poné a Carlitos.

Carlos Tevez: "El jugador del pueblo"