Hace 35 días Carlos Ischia era presentado por el entonces presidente Gastón Cogorno tras la salida de Luis Zubeldía. Tan vertiginoso es el presente de Racing que en tan solo un mes se vio la salida del presidente, el vicepresidente primero Rodolfo Molina, el manager Roberto Fabian Ayala y el técnico Carlos Ischia. Es que el presente de Racing ya no encuentra calificativos para describirse. Tras disputar 12 partidos (10 por el Torneo Inicial y 2 por Copa Sudamericana) no conoció la victoria, empató en dos oportunidades y se fue derrotado en 10. Cuatro goles a favor, 22 goles en contra, una rápida eliminación de Copa a manos de Lanús y el cómodo último puesto en el que marcha es demasiado para cualquier entrenador.

En su debut, Carlos Ischia, parecía haberle lavado la cara al golpeado Racing que ya había sido eliminado de la Copa y tenía revancha rápida al volver a enfrentar a Lanús pero por el Torneo Inicial. Fue un 1 a 1 que dejó con sabor a poco a los de Avellaneda pero con la tranquilidad de haber hecho las cosas para llevarse el triunfo. Ese fue el único punto que consechó el técnico a cargo de la Academia. Cuatro derrotas consecutivas lo hicieron presentarle la renuncia al nuevo presidente Victor Blanco quien la aceptó de inmediato.

Todo es preocupante en Racing. El equipo no genera situaciones claras y las que llevan algo de riesgo al arco rival son dilapidadas por los delanteros. A pesar de tener uno de los mejores arqueros del campeonato, Sebastián Saja, nunca pudo mantener la valla invicta. Racing no cuenta con una idea de juego, De Paul intentó vestirse de conductor pero nunca logró mostrar el nivel del pasado Torneo Final. Vietto es más un problema que una solución al igual que Viola. La defensa que supo estar sólida y segura es hoy una combinación de dudas que se dedica a tirar la pelota a la tribuna cuando la pueden encontrar.

Como cada vez que se busca técnico en Racing el primero en sonar fue Mostaza Merlo pero con el correr de las horas se sumaran nombres. Hoy este equipo necesita tranquilidad, autocrítica y empezar de cero. Ya es el peor arranque de su historia, más bajo no puede caer.