En cuatro días, los jugadores del Rojo comenzarán sus vacaciones para luego reencontrarse los primeros días de enero en la pretemporada de cara a los seis meses en los que buscarán devolver al club a su lugar histórico. Sin embargo, primero deberán traerse los tres puntos de Paraná (juega el sábado 20:20h) y esperar una mano de su homónimo mendocino ante Crucero del Norte para terminar esta mitad de campeonato entre los equipos que ascenderían y, así, darle unas felices fiestas a su gente.
Esta mañana el equipo se entrenó en el Libertadores de América debido al estado en que quedaron las canchas de Villa Domínico tras el temporal del lunes. Aunque el entrenador, Omar De Felippe, aún no confirmó los once que saldrán a la cancha el sábado, el único cambio obligado que deberá hacer es por Federico Mancuello, quien llegó a las cinco amarillas. Leonel Miranda podría ocupar el lugar del mediocampista por izquierda.
Por otra parte, se confirmó que Patricio Loustau será el juez para el encuentro ante los entrerrianos, quien no dirige al Rojo desde la fecha 13 del Torneo Inicial 2012, cuando los de Avellaneda cayeron 2-0, de local, frente a Lanús.
Finalmente, y en contra de la disposición de AFA sobre la concurrencia de hinchas visitantes, la dirigencia del Patrón confirmó que los “hinchas neutrales” podrán adquirir mil localidades, por lo que los fans del Diablo tendrán la posibilidad de ver a su equipo en el Estadio “Presbítero Bartolomé Grella”. Eso sí, no se permitirá el ingreso con indumentaria de Independiente y se esperan estrictos controles en los accesos a la provincia. Las peñas del interior, por otro lado, ya organizan en las redes sociales un banderazo para recibir a los jugadores.
Así, con el ánimo bien para arriba, el Rojo buscará terminar el año en ascenso y que las fiestas sean felices.