En un estadio totalmente colmado, el "Cementerio de los Elefantes" recibió al local, Colón, que venía de dos victorias consecutivas y con la meta de sumar para engordar el promedio. Enfrente, River, que venía de perder en el Monumental y quería repuntar, con una defensa totalmente nueva (por lesiones y suspensiones).
Los primeros minutos eran del local, que manejaba la pelota con criterio, con mucha presión en el mediocampo y prolijo tácticamente, mientras que el visitante no podía hallar huecos en las bandas, ni juego asociado para desequilibrar con Manu Lanzini, Carlos Carbonero (derecha) o Leonel Vangioni (izquierda).
El partido era intenso, pero sin profundidad de ninguno de los dos equipos, hasta que a los 16`, Jacobo Mansilla tiró un pelotazo milimétrico para Gabriel Graciani, qe entró al área y la levantó ante la salida de Marcelo Barovero, para destar el primer grito de gol en Santa Fe, sin haber hecho demasiados méritos.
Tras la rápida desventaja, el elenco de Núñez se vio obliglado a apostar más en ataque, pero chocaba contra la defensa santafesina, que era una muralla, que asfixiaba cada remate que Teo Gutiérrez o Fernando Cavenaghi querían ejecutar. La marca y el orden eran las armas defensivas de Colón, que estaba más que cobnforme con el resutado parcial y se dedicó a replegarse, con éxito. Recién a los 37` hubo una llegada de peligro a favor de River, de Lanzini, que se desmarcó y remató, cerca.
Luego de un flojo primer tiempo, Ramón Díaz apostó por Giovanni Simenone (de gran producción en la Reserva) para sumarle frescura al ataque, sin embargo el "Millonario", que esbozaba una leve mejoría en posesión de pelota, seguía sin encontrar los espacios ni poder quebrar la doble línea de 4 que el conjunto de Diego Osella ponía en propio campo, que sentía el desgaste, y que apostaba al contraataque, casi siempre encabezados por César Meli o Ezequiel Videla, las figuras del encuentro, sumando el temple de Gerardo Alcoba, una pesadilla para los delanteros de la visita.
A los 25`ST, otro baldazo de agua fría: robo de Meli a Kranevitter, habilitación para Carlos Luque, recién ingresado, que hizo una enorme jugada, pasando a dos defensores y definiendo de caño: 2-0 el 'Sabalero'. Ramón había puesto a Jonathan Fabbro y sacado a Víctor Cabrera (quien debutó en Primera), en una acción muy arriesgada ya que Leonardo Ponzio debió bajar de lateral y el gol llegó de su sector.
No obstante, a los 28` llegó la respuesta de la "Banda", en una enorme jugada de Lanzini, que entre tres defensores se desmarcó y se la cedió a Cavenaghi, que se pasó a Germán Montoya y la empujó a la red. River seguía con vida a pesar de todo. Quedaban casi 20 minutos para llegar al empate, y estuvo cerca, en un tiro libre de Fabbro que sacó estupendo Montoya, esto a los 37` del complemento. Con más ímpetu que ideas, los de Núñez insistían por el 2-2.
Todo terminó a los 41', en otra contra que desnudó todas las flaquezas defensivas que el "Millo" expuso en todo el partido. Luque recibió y entró sin peaje en el área y se la cedió a Graciani (goleador del campeonato, con 4 goles), que solo tuvo que soplarla para marcar su segundo tanto en la noche santafesina y liquidar el trámite. Incluso pudo haber hecho un gol más, pero fue final 3-1, a pura efectividad, compromiso para permanecer en la categoría y carácter.
Con este resultado, Colón se sube a la punta del certamen con 9 puntos (junto a Estudiantes y San Lorenzo), y tres ganados al hilo. En contrapartida, River cosecha solo 4 unidades de 12, acumula su segundo traspié consecutivo y sigue sin brújula, con la defensa titular diezmada y encima, Matías Kranevitter, uno de los pocos regulares, sumó su 5º amarilla y no jugará ante San Lorenzo.
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