San Lorenzo lo hizo. El Ciclón consiguió hacer historia. Los Cuervos, hoy, lograron lo que nadie pensó que iba a lograr. Los dirigidos por Edgardo Bauza, volvieron a demostrar porque fueron los últimos campeones del fútbol argentino. El Botafogo de Brasil, fue su víctima. Era una noche soñada, el  equipo jugaba el mejor partido del semestre. Tito Villalba y Piatti, uno en cada tiempo, habían marcado un gol. Mercier y Ortigoza, se adueñaban del mediocampo. Arriba,  Ángel Correa y Nacho se divertían jugando. En Boedo era puro carnaval. O, casi… Mientras los hinchas azulgranas disfrutaban de cómo jugaba su equipo, a la vez estaban sufriendo. ¿Por qué? Del otro lado de la Cordillera, se estaba jugando el otro partido del grupo 2. Un partido que los azulgranas vivían  por radio, al igual que en la definición del Torneo Inicial o aquel recordado encuentro entre Colón y Banfield, que le permitió a San Lorenzo jugar la promoción por la permanencia en Primera. El encuentro entre Unión Española e Independiente del Valle, fue clave en la clasificación de los de Boedo. Un partido repleto de emociones durante los 90 minutos: los ecuatorianos se recuperaron del primer gol tempranero del equipo de Chile y se puso, en un momento 3 a 1. Resultado que dejaba afuera al conjunto argentino por diferencia de gol, porque, hasta ese momento, ganaba dos a cero. Pero de un momento a otro, lo paso a ganar la Unión Española por 4 a 3. Con el marcador favorable a los chilenos, el Nuevo Gasómetro era una fiesta porque, otra vez, volvían a tener un pie en los octavos. Pero… en un puñado de minutos, Independiente del Valle paso a ganar ¡5 a 4!. San Lorenzo necesitaba un gol más. Si, uno más. Como lo cantó su hinchada. Los jugadores entendieron el mensaje y fueron para adelante. Matos dejo en el camino al arquero brasileño, pero le erró al arco. Todos se agarraban la cabeza, nadie podía creer lo que Mauro había desperdiciado. Pero, en la jugada siguiente, el ex All Boys peino una pelota y habilitó a Nacho Piatti, quién se escapo solo y definió ante la salida de Jefferson. El Ciclón conseguía el tercer gol y el árbitro venezolano Soto pitaba el final del encuentro. En ese momento, todos comenzaron a rezar que no lleguen malas noticias del encuentro que se estaban disputando en Chile. Porque si los ecuatorianos lograban marcar un gol más, los argentinos quedaban afuera.

Los jugadores en el centro del verde césped. Los hinchas en sus butacas. Todos ansiosos, esperando que el otro encuentre termine sin alguna otra sorpresa. Todos esperando el pitazo final del árbitro para festejar. Los chilenos erraban situaciones claras y los ecuatorianos, de contra, dejaban a más de un hincha azulgrana al borde de un ataque. Sin embargo, todo termino así. El boliviano Raúl Orozco señalo dio por finalizado el encuentro en tierras chilenas y fue, en ese momento, en que el Nuevo Gasómetro explotó de alegría. Jugadores, hinchas y dirigentes, recién en ese instante, pudieron festejar la victoria por 3 a 0 frente al Botafogo y la clasificación a los octavos de final de la Copa Libertadores.

Ahora, San Lorenzo deberá esperar la finalización de todos los encuentros de la fase de grupos, para saber con qué rival pueden enfrentarse. Igual, algunos ya se pusieron a hacer cuentas. Todo indica que en los octavos, los cuervos deberán medirse ante Vélez, Santos Laguna o Gremio. Igual, eso se verá más adelante. Ahora, el Ciclón disfruta de la victoria frente a los brasieños. Hoy, Ignacio Piatti, una vez más, hizo que Boedo sea un carnaval.

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