Cuando la calculadora estaba en la mano, cuando fechas atrás Caruso decía no querer sufrir más y dejaba su cargo, cuando todo parecía oscuro y un laberinto sin salida, Quilmes encontró la luz y termina cumpliendo su sueño: la permanencia.

Cuando arrancaba el torneo con Giunta en el banco de suplentes, parecía que Quilmes iba a tener trabajo y que el técnico que estaba era el indicado, pero comenzaron los problemas. Blas Armando Giunta discutió con Caneo y se fue por la puerta de atrás, para que por la de adelante entre Caruso Lombardi, el hombre rescate, el indicado.

Con Caruso la gente de Quilmes comenzó a sonreír, dos victorias al hilo, luego empates, pero todo lo que brilla no es oro y luego de tener un envión anímico importante comenzaron las derrotas, una clave como fue con All Boys competidor directo por mantener la categoría. El Cervecero se hacía fuerte y ganaba en el Centenario, pero ese fue un golpe más que duro.

Luego vinieron más partidos malos, caída con Lanús también de local, empate con Boca, Newells y Rafaela (estos dos últimos contaron como victorias morales), victoria frente a Vélez, caída de local contra Olimpo y luego triunfo frente a Argentinos. La montaña que tenía en frente Caruso era la mas difícil de escalar. Venían partidos duros, Gimnasia de La Plata puntero y luego de esta prueba vendría el otro puntero River.

La primera final llegó. Gimnasia tenía todas las de ganar, la ambición de ser campeón por primera vez en su historia era más grande que nada, y además por encima del Lobo estaba su clásico rival Estudiantes, que el sábado había ganado. Quilmes salió a la cancha con remera suplente para que los colores no se confundan. El primer tiempo tuvo a Gimnasia buscando el dominio de la pelota y a Quilmes intentando jugarle de igual a igual, las emociones eran más grandes que el juego, pero los choques eran diferentes.

En La Plata soñaban con el campeonato, mientras que Quilmes soñaban con la permanencia, por lo que el empate no servía para nada ni para nadie. El primer tiempo tuvo poco juego, pero dejo paso a un segundo tiempo con emociones.

El complemento trajo el cierre de la saga, y a los 4 minutos el que tantas veces se vistió de héroe en Gimnasia, se convertiría en villano. Monetti, el arquero de la visita pecó de inocente y se convirtió un gol en contra, desafiando al prode y a los pronósticos, todo frente a la mirada de los optimistas hinchas locales.

Quilmes ganaba 1 a 0, sorpresa para muchos, ilusión para otros. Estudiantes y River aumentaban sus chances de soñar con el campeonato y Quilmes, festejaba felíz porque hasta el 2015 seguirá en Primera División.

Luego del gol comenzó el partido que le gusta jugar a Ricardo Caruso Lombardi, el encuentro psicológico. Quilmes defendía y Gimnasia atacaba, buscando la contra. El Lobo se desesperaba, necesitaba ganar porque sino el campeonato se le escaparía totalmente. Fue todo de la visita en el complemento, el partido moría, y con la muerte del partido llegaría la sentencia final. El tiempo agregado llegaría para que Quilmes se quede en primera: gol de Pérez Godoy y permanencia para el Cervecero.

Sueño cumplido para un lado y sueño roto para otro, Caruso sonrió, festejo y cumplió su meta, Caruso Lombardi hoy es una especie de Houdini en el fútbol argentino, Salvó a Quilmes, a San Lorenzo, a Racing y a tantos otros. El mago de los descensos lo volvió a hacer, y como en una película, el final fue felíz.

Ahora a Quilmes solo le toca ser el juez del torneo, juez que ya castigó a uno de los candidatos y ahora irá por otro, por River. El sueño está cumplido y ahora lo finaliará poniéndole suspenso a este campeonato. ¿Podrá hacer que haya una final entre River y Estudiantes? ¿O un triangular? No se sabe, pero hoy por las calles del sur del Gran Buenos Aires se escucha esto: "Olelé, Olalá, Quilmes es de Primera y de Primera no se va".

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Sobre el autor
Fernando Ons
Fanatico de los deportes, periodista especializado en deportes recibido y con muchas metas