18 de mayo de 2014, una fecha que quedará para la historia, al menos para los que tienen el corazón cruzado por una banda roja. River Plate vuelve a ser campeón, 6 años después. Una vuelta olímpica que se ganó a pulso, con sangre, sudor y lágrimas.

Hoy River dejó atrás las lágrimas que todos derramaron al ver a River jugar en la B, hoy todos gritan que River es campeón tras ganarle, en un partido épico, a Quilmes por 5 a 0. Una noche se presentía especial, una noche que los millonarios esperaron durante seis largos años... llegó. Mejor no pudo ser. El mejor escenario, El Monumental, con todo a favor, La Banda brindó a la hinchada una auténtica fiesta, agradeciéndole así el gran recibimiento.

¿Quién mejor que dar comienzo a la fiesta que Cavenaghi? A los 10 minutos de juego, el ídolo batió a Walter Benítez e hizo el primer tanto para La Banda. Estalló El Monumental y con el todos los corazones de los riverplatenses de todo el mundo que hacía fuerza para que River saliera campeón. Casi tres años después de la catástrofe deportiva más grande de la historia millonaria, y tras volver para ayudar al equipo y devolverlo a Primera, Cavegol abrió la lata, una lata llena de gol que acabó devolviendo a River al lugar donde siempre estuvo.

Tocaba seguir, seguir disfrutando. A los 25 minutos, Mercado hizo el segundo para La Banda. Volvía a la cabeza de los millonarios todos los momento bonitos que habían vivido gracias a River, momentos que hoy se unían en uno sólo, en el sueño de ser campeón.

Se palpaba el éxtasis en El Monumental cuando, en el minuto 63, Ledesma marcaba el tercero. Todos lo tenían claro, se había acabado la sequía de títulos. River iba a ser campeón, sumando así su 35º título desde aquel primero que consiguió en 1931.

Fernando Cavenaghi es ya un nombre escrito con letras de oro en la historia millonaria, un ídolo para toda al hinchada. Hoy, en una noche tan especial, Ángelito Labruna se metió en las botas del Torito y hizo el cuarto gol. La alegría, la felicidad, la ilusión era ya incontrolable.

El broche de oro a esta mágica noche llegó en el minuto 90, cuando Teo superó por quinta vez a Walter Benítez. El hecho estaba consumido: ¡River era campeón!

Todos los ídolos de River que están en el cielo, dejaron sus alas arriba y bajaron al Monumental para festejar la vuelta de River a la gloria, ahí donde ellos lo habían dejado. Se irán de vuelta orgullosos al igual que todos los que siente La Banda cruzándole el corazón.