El 25 de mayo de 1903, frente a la casa de Tomás Jeansalle, situada en la calle Ventana 859, unos jóvenes de Nueva Pompeya, con Américo Stefanini, alumno del Colegio Luppi –como casi todos los demás– como principal impulsor de la iniciativa, fundaron un club de fútbol bajo el nombre de "Verde esperanza y no pierde" (o "Verde esperanza y nunca pierde"), tras sugerirse otros que no prosperaron, incluido un insólito "Defensores de Villa Crespo"

Sin embargo, algunos historiadores afirman que dicho hecho ocurrió el 25 de mayo, pero del año 1907, aunque no existe documentación alguna para verificarlo. Siguiendo con la historia, se dice que fueron hasta una librería del barrio, ubicada en la esquina de Av. Sáenz y Esquiú, con la intención de encargar un sello de goma con el nombre del club, pero no lo pudieron hacer.

Algunas narraciones suponen que no les alcanzó el dinero (dos pesos con cincuenta) para tanta cantidad de letras, otras sostienen que en realidad el librero, de apellido Richino, les recomendó un nombre más corto, ya que el elegido era muy extenso para denominar a un club de fútbol. Así fue que, en una de las paredes, había un aviso comercial (o almanaque) con la leyenda “El Huracán”, y los muchachos se decidieron por ese nombre.

El primer sello del club decía: “CLUB EL URACÁN - Calle VENTANA 859”. La ausencia de la letra “H” podría deberse a que el librero era de origen italiano y esa letra sólo se usa para ciertas formas de verbo, o simplemente por un olvido o error, aunque, cuando le reclamaron la falta, sólo obtuvieron la devolución de cincuenta centavos, según algunos, o una almohadilla de sellos, según afirman otros. Existen testimonios de que el primer presidente del club fue Agustín Caimi, el secretario Tomás Jeansalle y el tesorero Gastón Brunett.