Alemania le ganó 1-0 a la Argentina con gol de Mario Götze en el minuto 113' del tiempo suplementario y se coronó campeón de la Copa del mundo de Brasil 2014, mientras que el Albiceleste salió subcampeón y cerró con un buen torneo, aunque no fue suficiente. 

Cuarenta millones de argentinos y otros setenta mil que se encontraban en el Maracaná fueron testigos de otra final luego de 24 años de sequía futbolística en los mundiales. Esta vez le volvió a tocar un rival con el cual ya tuvo la costumbre de enfrentar en mundiales anteriores y con una mala experiencia, pues, solo le había ganado una vez de seis jugados.

Los dirigidos por Sabella venían de ganar agónicamente por penales ante Holanda, gracias a las manos salvadoras del actual arquero del Mónaco de Francia, Sergio Romero. Por su parte, Alemania venía de ser el autor de una de las goleadas históricas de los mundiales, luego de ganarle a Brasil por  7-1, la mayor goleada en semifinales que se haya registrado en un torneo mundialista.

Este mundial se presentaba como una cura a la herida que le quedó en aquel Sudáfrica 2010 que fue relegado penosamente en el olvido, principalmente por su final dramático, aquella derrota con Alemania por 4-0. 

El encuentro prometía mucho y fue así, ya que, no llevó mucho tiempo que ambas selecciones empiecen a tener sus oportunidades de poder vencer la balla rival. En el primer tiempo la Argentina empezó a incomodar y tuvo varias oportunidades en pie del "Pipa" Higuaín, quien no supo aprovechar las ventajas que los centrales alemanes le brindaron. Luego vino la reacción alemana que amenazó con dañar el arco de Romero, pero sin éxito alguno. 

Por su parte, las esperanzas fueron puestas en Messi quien con un buen fútbol y una gran dinamicidad no pudo fracturar la férrea defensa alemana. Para la pulga no solamente ganar esta copa significaba obtener el campeonato más preciado por cualquier jugador de fútbol, sino también dejar de lado a otro ídolo de la historia argentina, Diego Armando Maradona y así consolidarse como el mejor de la historia. 

Ida y vuelta fueron las características de este encuentro, en donde la defensa de los de Sabella se encontró muy sólida, pese a las molestias ocasionadas por los delanteros europeos. Por su parte, en el primer tiempo, Lavezzi aportó una gran velocidad y junto a Messi buscaban poder descargar con Higuaín, quien no tuvo su tarde soñada. 

En el segundo tiempo decayó el encuentro, no solamente en ocasiones de gol, sino también en ese fútbol vistoso que se vio en los primeros 45 minutos. No obstante, los que reinaron en la segunda etapa del cotejo fueron los mediocampistas y defensas de ambos equipos, en donde se metió y se marcó con muchísima intensidad.

Luego de terminar los primeros 90´minutos en tablas, con cansancio los jugadores recibían un tiempo extra el cual prometió y cumplió con más emociones. Primero el conjunto europeo con un balón que termino atajando Romero sin problemas y rechazando Mascherano. Luego, otro momento en el cual se le paralizó el corazón a todos los argentinos, fue cuando Palacio a los 7 minutos del primer tiempo extra, le picó el balón a un Neuer rendido, pero se fue afuera. 

Los cantos se intensificaban y la presión era incesante, pero para desgracia de muchos de los presentes en el estadio, a minutos de finalizar el segundo tiempo extra, Gotze,el jugador del Bayern Munich puso 1-0 arriba al equipo Alemán, gracias a un grave error de los centrales los cuales no marcaron al joven mediocampista. 

Balde de agua fría para los argentinos, que cayeron en el pelotazo fácil, buscando desesperadamente alguna oportunidad que lo vuelva a poner en juego. Sin embargo, no mantener la calma lo hundió más en las arenas movedizas del rival, que golpeó en un momento impensado. 

Argentina le jugó de igual a igual a un Alemania que fue un merecido campeón, ya que, tuvo una defensa impecable, una marca excelente y supo golpear en el momento justo.