En este camino a la final de la Copa Libertadores, San Lorenzo comenzó integrando el Grupo 2 junto a Botafogo, Unión Española e Independiente del Valle. A continuación, repasamos cada partido del Ciclón.

El 11 de febrero, San Lorenzo viajaba a Río de Janeiro, al Maracaná para enfrentar en su primer partido al Botafogo. El conjunto azulgrana no arrancó de la mejor manera y le tocó perder en tierras brasileñas (luego las conquistaría) por dos a cero y en un flojo partido, y causaría las críticas hacia el entrenador Edgardo Bauza por el planteo realizado.

Dieciséis días más tarde, el conjunto de Bauza fue local en el Nuevo Gasómetro para enfrentar a Independiente del Valle, quizá el rival más accesible en los papeles. A estadio lleno, los de Boedo terminaron consiguiendo el triunfo por uno a cero con gol de Ángel Correa, la joya del Ciclón que partió al Atlético de Madrid, cuando el encuentro parecía complicarse.

San Lorenzo tenía tres unidades, debía jugar el tercer encuentro y nuevamente de local ante Unión Española de Chile. El 12 de marzo el Pedro Bidegain explotaba de gente y la ilusión comenzaba a aumentar, pero luego de ir ganando por uno a cero con gol de Mauro Matos, el Cuervo sufrió el empate de Unión Española, com el gol de Gustavo Canales, en el final del encuentro.

San Lorenzo había dejado pasar una gran oportunidad y tenía que viajar a Chile e ir en busca de los puntos perdidos de local. En suelo chileno, el conjunto azulgrana había realizando un buen encuentro, pero en el segundo tiempo se quedaría con un jugador menos debido a la expulsión de Mauro Cetto. Minutos más tarde recibiría otro duro golpe y Canales pondría el uno a cero definitorio.

Bauza y sus dirigidos estaban últimos en el grupo junto a Independiente del Valle y el Ciclón debía viajar a la altura de Ecuador para ir por las tres unidades y para no quedar lejos de los chilenos ya que Botafogo parecía cortarse sólo como líder del grupo. Luego de un gran planteo y con gol de Nicolás Blandi en la segunda mitad, los de Boedo parecían ir por el buen camino para traerse el triunfo. Pero si de sufrir se trata, Emmanuel Más, cometería un dudoso penal sobre la hora y el conjunto ecuatoriano marcaría el empate. Luego, con un San Lorenzo casi eliminado, se desataría una fuerte protesta contra el árbitro Carlos Amarilla por el penal cobrado y Bauza no podría contar, por cuatro partidos, con Leandro Romagnoli y Fabricio Fontanini por ser sancionados.

En un momento complicado, el Ciclón se encontraba con una posibilidad, difícil, pero la oportunidad estaba y debía enfrentar por el último partido del grupo al Botafogo en el Nuevo Gasómetro. Estaba obligado a ganar y que Independiente del Valle no le ganara a Unión Española por más de un gol. El 9 de abril, el Pedro Bidegain estallaría y en una inolvidable e infartante definición, San Lorenzo se clasificaba a los octavos de final luego de haber estado varias veces afuera durante el partido. El cuervo derrotaría tres a cero al Botafogo e Independiente del Valle ganaría por 5 a 4, pero la diferencia de gol dejaría a San Lorenzo dentro de la Copa.

Luego de la euforia por la clasificación, llegaron los octavos de final y le tocaba enfrentar al Gremio, el segundo mejor equipo de la copa y debía ir a definir en Brasil. San Lorenzo ganó uno a cero en el Gasómetro con gol de Ángel Correa y viajaba con toda la ilusión. En la vuelta, San Lorenzo venía aguantando bien el partido, pero, como dicen los cuervos, no se podía no sufrir y, a los 82 minutos, Gremio, marcaró el uno a cero para darle lugar los penales. En la definición desde el punto penal, con una gran actuación de Sebastían Torrico, el conjunto azulgrana lograró la clasificación en tierras brasileñas y Boedo se convertiría en una fiesta.

En cuartos de final, la película sería la misma: un rival de Brasil (Cruzeiro), se definiría de visitante y se lograría el triunfo. De local la victoria terminaría siendo por uno a cero con gol de Santiago Gentiletti y en la vuelta empataría uno a uno con gol de Ignacio Piatti y así , nuevamente en tierras brasileñas, San Lorenzo, sería semifinalista.

Dicen que en la copa le tenés que ganar a todos y eso parecía pasar con el ciclón. Ya había eliminado a tres conjuntos de Brasil con lo que eso significaba y se venía el Bolívar para definir en los 3.600 metros de altura que hay de la Paz. El equipo de Bauza sorprendería a todos y lograría un triunfo por cinco a cero en el Nuevo Gasómetro que casi definía la serie. San Lorenzo era pura ilusión, Boedo era una fiesta pero había tranquilidad porque había que jugar en la altura. El 'equipo del Papa Francisco' respondió bien en La Paz y a pesar de haber perdido por uno a cero, la ventaja conseguida en el Bajo Flores, le permitió estar en la final de la Copa Libertadores de América.