Argentinos ganó en un partido que, si uno sólo veía los primeros 45 minutos, sería difícil creerlo. Es que, en el primer tiempo, la transición del Bicho de defensa a ataque fue lenta y predecible, y su rival Racing, le llegó mucho, cortando en mitad de cancha y arrancando contraataques con Centurión.
De la primer mitad, sólo se salvan Gabbarini -por tapar todo lo que tiraron los de Cocca-, Ramírez -que fue veloz y generó faltas-, y nadie más. Poca generación de juego, rápida pérdida de las pelotas, y una posición muy defensiva en el campo, retrasado, esperando. La Academia, por su parte, era más rápida en las construcciones de ataques, y por su puesto, más punzante. Recuperaba rápido, y volvía a encerrar a su rival.
Pero, cuando parecía imposible que Argentinos marcara (se podían jugar ciento ochenta minutos más y daba la sensación de que no entraba), luego del entretiempo, todo cambió. Apenas comenzó a adelantarse en la cancha, y en el primer tiro libre cercano que tuvo, Juan Román Riquelme pinceló sobre un lienzo oscuro, una obra de arte. Desde la izquierda, casi sin ángulo, el diez se la coló por el segundo palo al Chino Saja, que sólo pudo mirar. Y ese, fue un punto de quiebre.
A partir de entonces, se generó un partido a la comodidad del equipo de Claudio Borghi, quien además ayudó con esto a través de sus modificaciones. Racing se desesperó, y sólo pudo reaccionar a los pelotazos largos, en vano. Argentinos contó con un DT dentro de la cancha, Riquelme, que durmió e hizo que todos durmieran la pelota.
Luego de sufrirlo, más por inconvenientes propios (molestias en la defensa y el arquero, amonestaciones, mala marca) que por lo que pudiera generar la delantera de los de Cocca (muy pobre lo que generó), se llevó la clasificación a octavos, pudiendo haber ampliar la ventaja con varias corridas de Lenis (asistido excelentemente por Nagüel, Román, Gaspar, y Ramírez).
Con un partido y gol de otro mundo de Riquelme, una brillante actuación del rápido y promisorio Juan Ramírez, y mucha mano de Gabbarini, Argentinos profundizó la crísis de Cocca en Racing Club, dejándolo afuera de la Copa Argentina.
Así, avanzó a 4tos de final de la Copa Argentina, con su respectiva recompensa económica. El rival ahora será Estudiantes de Buenos Aires, que eliminó por la mínima a Instituto. Si pasa, el rival de semis saldrá de River vs. Tigre/Central. Lo cierto es que el triunfo es un empujón anímico que ayudará a Argentinos a lograr el objetivo principal, pero no único: ascender.