Arsenal sorprendió esta noche a todos. En casa realizó un gran planteo ante River, el líder del campeonato, y lo doblegó a punto tal que mereció ganar. Lamentablemente para el equipo de Sarandí, el cotejo terminó en empate 1-1. Pero sirvió como medida para darse cuenta que este equipo puede pelear de igual a igual con cualquiera, y no es aquel que recibió siete goles en 180 minutos.

Luego de las intensas lluvias del domingo 14, y las de esta tarde, los elencos pudieron salir al campo de juego para ponerse al día. Quien mejor salió de los vestuarios fue el local. El celeste y rojo tuvo completo dominio de los primeros treinta minutos en su casa. Con un mediocampo creativo y volantes que constantemente superaron a sus rivales, el Arse marcó su ritmo y tuvo las chances más claras. La más clara fue la de Burzio: el ex Unión remató en la puerta del área pero la pelota se fue apenas afuera.

Sin embargo, la falta de efectividad no limitó a los jugadores para seguir dando una verdadera prueba de actitud y compromiso. En los últimos diez los dirigidos por Palermo bajaron el ritmo al jugar en una cancha pesada. Esto permitió que el Millonario genere juego, pero la defensa respondió bien para no sufrir goles.

Tras el entretiempo el dueño de casa salió mejor y en la primera jugada clara Funes Mori cometió una falta de penal sobre Palacios. Herrera no dudó y pitó la pena máxima. Luego Nervo se encargó desde los once metros para poner a su equipo al frente con una buena definición al palo izquierdo de Barovero. Con el gol llegó alegría, descarga y tranquilidad al Viaducto, pero esto poco duró. Apenas los de Gallardo sacaron del medio tuvieron una chance que Mora no pudo aprovechar pero Andrada dio un rebote largo que quedó a los pies de Pisculichi. El ex Argentinos Juniors no perdonó y dejó el marcador en tablas.

Después del empate, el juego pudo haber sido para cualquiera de los dos. Damián Pérez y Palacios tuvieron dos chances clarísimas de gol: a la primera Barovero respondió con seguridad. En la otra Mercado salvó en la línea luego de que el ex Tatengue se la picó al arquero. Del otro lado, Mora intentó en varias ocasiones desde media distancia pero Andrada también estuvo firme. Con el paso del tiempo, los conjuntos sintieron el cansancio y continuaron llegando pero con menor peligro.

El empate dejó felicidad en Arsenal. A pesar de que se hizo todo para ganar pero no se pudo lograr, los hinchas reconocieron que en los jugadores hubo sacrificio, entrega y juego. Este es el camino para encontrar la regularidad tanto en cancha propia como ajena. Si el equipo de Palermo sigue de esta manera y mejora en la definición, será un rival a temer hasta el final del campeonato. Ahora vendrá Godoy Cruz el próximo lunes a las 18:10, en el mismo escenario.