Por la novena fecha del torneo local, en una Bombonera ensordecedora, Boca recibió y derrotó por un tanto a Quilmes, quien continúa con una racha negativa.

El equipo de Arruabarrena, si bien logró conservar los tres puntos, no tuvo un desenvolvimiento brillante. Logró un triunfo agónico, el cual se caracterizó por un juego trabajado en conjunto, con variantes que permitieron convertir.

En el minuto 26, en lugar de Jonathan Calleri ingresa el “Puma” Gigliotti. El “27” careció de definición en el momento frente al arco. Las asistencias fueron justas, no abundaron y eso complicó aún más la participación del delantero xeneize. Con el ingreso Gigliotti el juego se volvió más lento y poco dinámico. Tuvo una asistencia clara, de la cual no supo sacar provecho y sentenciar el resultado.  

Previo al Superclásico, el “Vasco” aprovechó el marcador en su favor y volcó variantes en su esquema de juego. A los 32’ el chileno Fuenzalida entra en reemplazo de la juvenil figura, Andrés Chávez, autor de una asistencia de enorme mérito para que el “Pachi” Carrizo convierta y venza a la defensa cervecera. El “26”, por su parte, no tuvo una influencia que ennoblezca la victoria xeneize; concluyó el partido sólo con recepciones poco exitosas.

Ya en el minuto 44, el DT azul y oro decide la incorporación de Insúa en lugar de Carrizo al juego. Ambos jugadores le dan un plus de dinamismo al desarrollo, pero la escasez de tiempo no permitió hacer un análisis profundo del lateral, que viene de una lesión a raíz de un desgarro que lo alejó del fútbol, a lo que se suma los pocos minutos vistos con su presencia este semestre.