La fórmula volvió a dar resultado. Gol de Pratto y ganó Vélez. El equipo de José Flores no conoce la derrota como local, situación completamente distinta a la que presenta como visitante, faceta en la que solo logró un triunfo en la primera fecha. Por otro lado, Banfield venía de varios partidos sin perder, con un nivel de juego del que habla de manera positiva todo el país.

 El primer tiempo en el estadio José Amalfitani, no fue para nada atractivo. Ambos equipos se mostraron ordenados defensivamente y en el medio de la cancha se luchó demasiado y se jugó muy poco. La seguridad de Bianchi Arce y Sebastián Domínguez fueron factores claves para que no existan situaciones de gol. En la mitad de la cancha, Walter Erviti no generó juego y Domingo demostró que su tarea es recuperar la pelota.

En Vélez, Cabral tuvo algunas subidas en ofensiva, tras contactarse con Pratto que no surgieron efecto. La más clara, fue un cabezazo de Milton Caraglio que Servio despejó y el propio delantero desaprovechó una nueva oportunidad tras el rebote.

 En la segunda parte, el partido continuó de manera aburrida. Ninguno de los dos equipos generando situaciones de gol, aunque Vélez mantenía la posesión de la pelota sin lastimar a Banfield, hasta que llegó una buena jugada por la izquierda, con Emiliano Papa desbordando por el lateral, enviando un centro que tuvo como destino la cabeza de Lucas Pratto que no perdonó y anotó el 1-0 para Vélez.

A partir del gol, el partido despertó un poco y Banfield comenzó a dejar más espacios atrás, en su intento de conseguir el empate. Pratto jugó un partido grandioso y pudo haber convertido otro tanto, pero el palo le negó el grito de gol. Caraglio volvió a tener otra oportunidad y Servio de nuevo respondió de manera exquisita.

El ingreso de Cardozo trajo más problemas que otra cosa a Vélez, que en la última jugada pifió en un despeje y le sirvió el empate a Erviti, pero Sosa despejó la pelota de manera espectacular. Así se fue el partido, con un sabor amargo, debido a que estos dos equipos podían haber desplegado un mejor fútbol sobre el campo de juego.