El 2014 fue el año donde varios jugadores de River pudieron explotar mejor sus virtudes y cambiar los murmullos por elogios. Y uno de los casos más radicales es el de Ramiro Funes Mori, que se ser suplente y tener pocos minutos en juego se convirtió en un jugador gravitante y que le quitó el puesto nada menos que a Eder Álvarez Balanta, jugador de la selección colombiana.
El defensor, que vive un gran momento futbolístico y viene de convertirle a Estudiantes, anticipó en diálogo con Olé lo que será el Superclásico de la Sudamericana: “El clásico es un partido diferente a cualquier otro. Genera una motivación mayor y van a ser 180 minutos muy lindos. Aunque hay que ir paso a paso y no adelantarse, queremos jugarlo y ganarlo”.
"Queremos jugarlo y ganarlo"
“Todos los goles son importantes y éste, además, sirvió para borrar mi error de la semana pasada en La Plata. Pero el de la Bombonera fue lo máximo. ¿Por qué no pensar en hacerle otro gol a Boca?”, se ilusionó el Mellizo, que recordó su fatalidad en la ida en La Plata que redimió con el cabezazo del 3-2 en el Monumental y que sueña con repetir en el Alberto J. Armando, como lo fue aquel 30 de marzo, clave para el título del Final.
Elogiado por el Tata Martino, Rodolfo D´Onofrio ("lo veo en el fútbol inglés"), Mostaza Merlo ("Ramiro es el nuevo caudillo del fútbol argentino”), en este 2014 lleva tres goles, todos de cabeza y con Néstor Pitana de árbitro, por lo que Ramiro dijo: “Esas son coincidencias, una casualidad, esas cosas que pasan. Igual, ojalá nos siga dirigiendo Pitana", cerró plácido el central, que está en el mejor momento de su carrera y llegará a la Bombonera con un gratísimo recuerdo.