Ya han pasado cuatro meses desde que Argentina cayó ante Alemania en la final de la Copa del Mundo; sin embargo, los jugadores vuelven a vestir la camiseta con la regreso de las fechas FIFA.

Con la novedad del retorno de Carlos Tévez en el banco albiceleste, el equipo del “Tata” Martino enfrentó a Croacia, siendo éste el cuarto amistoso jugado desde que asumió como DT (dos victorias frente a Alemania y Hong Kong y una derrota con Brasil).

El inicio del cotejo para el equipo argentino se caracterizó por la falta de intensidad en el juego. El gol croata llegó de la mano de Sharbini, con tiro cruzado al segundo palo a los 10 minutos del primer tiempo.

Los puntos más débiles del seleccionado se manifestaron en la defensa, con muchas inseguridades y fallas en precisión. Zabaleta y Ansaldi fueron los que más sintieron el ataque del equipo europeo, perdiendo en más de una ocasión la posesión del balón.

Luego de la primera mitad de los primeros 45 minutos, el juego argentino se afianzó y fue en busca de la igualdad. La chance más clara se produjo a los 35 minutos a raíz de la combinación entre Messi y Ansaldi, en la cual el remate del “10” terminó afuera, y quien instantes después ejecutó un tiro libre que controló el arquero contrario.

El juego de Croacia perdió relevancia, y si bien las oportunidades de convertir estuvieron presentes, el primer tiempo concluyó con una derrota parcial.

El segundo tiempo fue contundente. La iniciativa de los argentinos quedó en evidencia debido al trabajo en conjunto en busca del empate, y que efectivizaron con su ataque. El empate no tardó en llegar: a los 4', un disparo de Ansaldi se desvió en Agüero y venció al arquero croata.

La falta de intensidad que se mostró en la primera parte, se activó en la segunda y el juego de los croatas quedó en segundo plano.  A los 12’ el árbitro cobra un penal dudoso en favor de los argentinos, y el encargado de convertir fue Leo Messi. Así, Argentina se impuso 2 a 1, resultado que se mantuvo hasta el final.

Al minuto 17 el tan esperado retorno se hizo presente, en lugar de Sergio Agüero ingresó Carlos Tévez, quien a pesar de no haber convertido, tuvo claras coyunturas en el área rival: una habilitación de Di María que terminó con un remate desviado y un cabezazo tras un centro de Ansaldi que culminó bajo control croata. Con su participación el plantel se volvió más ofensivo.

A los 25' Roberto Pereyra reemplazó a Ever Banega, y ningún jugador tuvo un destacable juego; claramente, los cambios del DT albiceleste tuvieron como objetivo más ataque y la elaboración de ideas para secundar al rival, lo que sí lograron. A los 28' arquero croata sacó un remate potenciado de Mascherano, quien hubiese convertido el tercero.

Al minuto 30 Erik Lamela y Jonathan Silva ingresaron por Di María y Ansaldi, para probar nuevas variantes en el campo de juego. Lamela hizo de lo suyo en el reciente ingreso: a los 34’ asistió a Messi quien remató y reventó en el palo, siendo aquélla la última muestra de superioridad del trabajo argentino.

A pesar del triunfo, aún quedan muchas falencias por corregir y nuevas variantes por conocer.