El plantel de Estudiantes volvió a los entrenamientos con cara de pocos amigos tras empatar sin goles ante Defensa y Justicia, pero enseguida hubo motivos para sonreír.

Mientras los habituales titulares trabajaron en la recuperación física luego del empate con el Halcón, los suplentes del Pincha hicieron fútbol en la cancha número uno del predio de City Bell y entre ellos estuvo Román Martínez.

El volante recibió el alta médica y este martes entrenó con un estribo en el tobillo. Pasó un mes de aquella patada que le propinó Marcelo Barovero, en el partido de Ida ante River por Copa Sudamericana, y en principio se especulaba con una posible vuelta de Román ante Tigre, en el cierre del Torneo Transición.

Sin embargo, el jugador que genera debilidad en el entrenador podría concentrar de cara al partido con San Lorenzo, confirmado para el sábado a las 17 en el Nuevo Gasómetro.