Al 2014 le queda sólo una fecha del calendario futbolístico y llegan los tiempos de hacer balances. En Estudiantes, sumamente positivos.

Cuando llegó el técnico cordobés al banco Pincharrata, muchos creían que su estilo no era el adecuado para afrontar aquella situación del club: último en las posiciones (cuatro puntos en 10 partidos  entre Martín Zucarelli y Diego Cagna) y con un promedio que volvía a amenazar después de muchos años en lo más alto del fútbol argentino.

El equipo había recibido 15 goles en los primeros partidos y apenas cuatro desde la asunción de Mauricio Pellegrino (Fecha 10) hasta el final. Se cerró una campaña de 20 puntos con el 75,5% obtenidos por el entrenador actual.

En tanto, pasó el chaparrón en del Torneo Inicial 2013 y a partir de allí surgieron los frutos.

El 2014 tuvo a un Estudiantes protagonista en el primer semestre, cuando el equipo platense peleó el Torneo Final hasta la última fecha palmo a palmo con River. Y en esta segunda mitad, pese a haber quedado lejos de la pelea por un título, finalizará ante Tigre una campaña por demás correcta.

Con altibajos a lo largo de la competencia característicos de un plantel por demás joven, Pellegrino finalmente plasmó su idea y consiguió superar la campaña de los 30 puntos, algo que no sucedía en el Pincha desde 2010 cuando fue campeón con Alejandro Sabella.

A pensar en copas

A olvidarse de los promedios y disfrutar de las inferiores: Rulli (vendido en junio), A. Silva, L. Jara, J. Silva (vendido en junio), Gil Romero, Correa, Auzqui y Carrillo eran algunas de las joyitas de la cantera que aparecieron y se han hecho hombres para defender los colores de la institución.

El crecimiento de los chicos durante el año asombró a propios y extraños, el de Carrillo, el más notorio. Pero los extraños injustamente, le acercaron otro rival a Pellegrino: la mediocridad futbolística que vislumbró en otros equipos (salvo River) hicieron subir la vara propia de la minoría de socios para con su plantel. Le exigen un título al entrenador, un pedido que llega acompañado por las críticas.

Los números de Mauricio Pellegrino en Estudiantes deja en ridículo a quien se le acerca para cuestionarlo.

La eliminación de la Copa Argentina, reconocido por los mismos protagonistas, fue el fracaso de la temporada. Pero Estudiantes no perdió (1-1), marró penales. Sí, ante un rival que fue menos y terminó coronándose. Los disparos que costaron la eliminación, por cierto los más recordados, fueron de Carrillo y Vera, y se trata de las figuras que le dieron vida al León en la serie memorable ante River por la Sudamericana, conformando además una de las duplas más temibles para los rivales.

A Estudiantes de La Plata le cuesta convertir, sí. Es difícil que le conviertan, también. Lo que no le cuesta es clasificar a una Copa, y eso sucede en gran parte gracias a este director técnico, apodado el Míster.

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