Diego Castaño, uno de los emblemas que supo ascender a Tigre luego de 27 años en el ascenso, no seguirá en Sarmiento de Junín y su intención es volver al club donde tuvo uno de los mayores logros de su carrera.

En el 2004 comenzó la historia del Pulpo con el Matador, que llegó proveniente Rivadavia de Lincoln, donde fue visto por Ricardo Caruso Lombardi. En ese mismo año consiguió el torneo Clausura y Apertura de la B Metropolitana y el ascenso a la B Nacional.

Luego, el volante fue partícipe del tan ansiado ascenso a la Primera División, con un gol incluido en la promoción a Nueva Chicago (partido de vuelta).

Ya en la elite del fútbol argentino, se quedó en Victoria y obtuvo tres subcampeonatos (Aperturas 2007 y 2008 y Clausura 2012)  y fue parte de salvadas históricas como la del 2009. Además, fue baluarte para las clasificaciones a copas internacionales: Sudamericanas 2009 y 2012 (esta última donde Tigre fue finalista) y la Copa Libertadores 2013.

En todo este fabuloso devenir siempre estuvo presente Castaño, símbolo de un evolutivo y competitivo de Tigre, de sobrias palabras y austeros movimientos, no tardó en tornarse en paladín y referente del equipo. Donde  supo constituirse en el mejor que haya registrado la historia de la institución y él, particularmente, en paradigma del eje medio.

Un mes después de conseguir el subcampeonato en el triangular histórico del 2008, uno de los equipos que mostró mayor interés en él fue Boca Juniors, aunque el pase no se concretó. Así también lo hicieron River Plate, Racing Club, Peñarol de Montevideo y Almería de España, pero él decidió rechazar todas las ofertas. Oportunamente fue considerado como uno de los mejores centrocampistas defensivos de la Argentina por diversos medios periodísticos.

Por la 10ª fecha del Torneo Inicial 2013, frente a San Lorenzo, llegó a los 300 partidos en el Club, convirtiéndose así en el cuarto jugador con más presencias en la historia de Tigre. Sólo lo superan Pedro Daniel Pellegata (362), Adolfo Heisinger (350) y Edgardo Paruzzo (346).

A principio del 2014, Castaño se fue a Sarmiento por problemas con la sede, no llegó a un acuerdo en lo económico y se fue por la puerta de atrás. Hoy quedó libre del club del interior de Buenos Aires (que ascendió a la A) y dejó en claro que su deseo es terminar su carrera profesional en el club de Victoria. La decisión es de la CD y de Gustavo Alfaro si Diego vuelve a vestir la camiseta del Matador.