Diego Milito sin dudas es un referente para Racing. Un jugador que decidió dejar la buena vida en Italia para volver al club que lo vio nacer futbolísticamente y llevarlo de nuevo a ganar un título que hacía años no conquistaba.

 "Estamos todos viviendo un sueño. A nivel individual es algo único, difícil de explicar en palabras. Volver al club después de tanto tiempo, ser partícipe de este gran grupo que hemos armado y lograr un campeonato después de 13 años es algo realmente soñado", cuenta el Príncipe en una entrevista a Canchallena.

 "Si bien uno viene con las mejores expectativas y muy positivo, sabíamos que era algo complicado. Pero se dio mejor de lo que habíamos soñado", agrega el delantero, cuya única pretensión era que se arme un grupo competitivo para llevar a Racing a lo más alto.


Más allá de que el final fue feliz, el desarrollo de esta historia fue lo contrario. Al comienzo del torneo, el equipo demostró estar a la altura de lo que se pretendía. Pero apenas 3 fechas después llegó la primera caída, y no sería la única. En el camino aparecieron más toboganes que escaleras: Independiente, Lanús, Argentinos Junior, entre otros. Pero el delantero de la Academia destaca un partido fundamental en el torneo. "Remarco el partido con Newell's", dijo el jugador, quien considera que tras ese partido, el equipo pudo remontar la derrota parcial en la Boca: "Nos dimos cuenta que estábamos vivos, que dependíamos de nosotros, que si estábamos como teníamos que estar podíamos hacer algo grande. El partido con Newell's nos dio esa confianza para ir a la Bombonera y ganar".
Otro partido importante fue el encuentro frente a Olimpo en Bahía Blanca. "Teníamos muchas ilusiones porque ganándolo nos acercábamos a River. El empate nos dolió muchísimo, fue como una derrota", contó Milito, quien declaró que tras ese 1-1, el equipo hizo un click: "Lo hablamos en el vestuario con Sebastián (Saja) y entre todos dijimos 'muchachos vamos a tratar de sacar los 18 puntos que restan', sin importar los que estaban arriban nuestro". Allí fue cuando comenzó la carrera por ganar los famosos 18 puntos en juego: "Jugamos cada partido como si fuera una final, conseguimos los 18 puntos, ganamos los 6 partidos consecutivos que no es algo fácil, en canchas muy complicadas. Y al final se nos dio", apuntó.

Ahora, el equipo de Avellaneda tiene un gran semestre por delante: el nuevo torneo de 30 equipos, la Copa Argentina y la chance de volver a jugar la Libertadores luego de 12 años, copa que tienta a Milito más que a cualquier otro. "La Copa será un torneo muy especial. Si hacemos las cosas bien y trabajamos como hicimos en este semestre podemos hacer un buen torneo", dijo el delantero, quien sueña con sacarse esa espina del 2003: "Me quedó la bronca en la Copa porque jugamos un gran torneo y nos quedamos fuera de la final por los penales. Ojalá podamos hacer historia. De sueños se vive y, ahora, ése es nuestro sueño. Por eso trataremos de empezar 2015 con la confianza que da el título, pero con los pies sobre la tierra". Pero aunque volver a jugar un torneo internacional es un gran sueño, no es el único que mueve al mundo Racing. Ahora, desde el club quieren repatriar a viejos conocidos, y los primeros apuntados fueron Maxi Moralez y Lisandro López. 

"Sería maravilloso porque se sumarían a un grupo que se armó con el protagonismo de todos, sabiendo que lo grupal está por encima de lo individual. Siempre he dicho que los jugadores que han nacido en este club tienen que volver. El sentido de pertenencia es fundamental", esbozó Diego. 

Aunque, entiende que la idea de regresar debe ser algo natural y no forzado: "Si Maxi y Licha creen que es el momento, sería buenísimo para todos, para el club porque conocen y saben lo que significa Racing. Acá no se trata de presionar a nadie".


Su gran carrera en Europa, el dinero que pueda tener, y la fama que cosechó a lo largo de estos años, no hicieron que Diego se olvide de sus raíces, de ese club de Avellaneda que lo siente como propio, ese con el que consiguió salir campeón luego de 35 años. Ese club en el que pocos han podido coronarse no solo como campeones, sino también como ídolos. Por eso, contó que siente un gran orgullo de ser parte de esta hazaña: "Soy un privilegiado y un agradecido de tener esta posibilidad de lograr algo muy lindo, de ganar los últimos dos campeonatos en el club que me ha dado todo, que me vio crecer, no solo en lo futbolístico sino como persona, y que me dio la posibilidad de tener la carrera que tengo hacer la carrera que hice", concluyó.