Como es de público conocimiento, el fútbol de nuestro país está viciado de inseguridad, luchas de poder, negocios sucios y otros inconvenientes que generan violencia. Muchas fueron las medidas que se tomaron para mejorar esta situación: mayor número de efectivos policiales en los estadios, prohibición de hinchas visitantes o derecho de admisión, por nombrar sólo algunas. Sin embargo, ninguna de estas fue una verdadera solución. A partir de esto, hace casi siete años surgió AFA PLUS, un novedoso sistema para controlar el acceso de los hinchas a la cancha, que prometía poner fin al problema de la violencia en el fútbol, pero que finalmente nunca se implementó.

En el año 2007, la AFA le encargó a la Universidad Tecnológica Nacional que idee propuestas para mejorar la seguridad en las canchas. La UTN, en su análisis, identificó factores tales como que un alto porcentaje de gente ingresaba a los partidos sin entradas o con entradas falsas; reventa de tickets; disturbios en boleterías y accesos a los estadios; imposibilidad de individualizar a los espectadores; y dificultad para aplicar el Derecho de Admisión.

Como respuesta surgió el Sistema de Administración para el Ingreso Biométrico a los Estadios del Fútbol Argentino, mejor conocido como “AFA PLUS”. Este proyecto se compone -o se componía- de un método de control para el ingreso a los estadios que funcionaría a través de la lectura biométrica de las huellas dactilares de los espectadores que previamente hayan sido inscriptos en el Padrón Nacional de Aficionados. Sumado a la ‘centralización’ en la venta de entradas, los clubes tendrían un mayor control en la organización de los encuentros y los Organismos Estatales contarían con una herramienta más para garantizar la seguridad en el fútbol.

“Es novedoso. Es uno de los puntales para terminar con la violencia en el fútbol”, decía el por entonces vicepresidente de River, Diego Turnes, cuando este proyecto se lanzó allá por octubre de 2012. No obstante, AFA PLUS no sólo cosechó elogios, sino que también tuvo detractores. Es el caso de Florencia Arietto, ex Jefa de Seguridad de Independiente durante la presidencia de Javier Cantero, que sostuvo durante una entrevista realizada por el periodista Juan Francisco March que “no es cierto que se termine el problema, eso es mentir descaradamente. No se acaba, simplemente porque los delincuentes no van a aportar datos para la tarjeta magnética. Seguirán pasando por una puerta lateral, mientras los hinchas genuinos siguen siendo rehenes y aportando sus datos personales a sistemas que no funcionan”.

En un principio, la idea era comenzar a implementar AFA PLUS a partir del año 2013, sin embargo eso nunca sucedió. La fecha luego se corrió para el segundo semestre de ese mismo año, pero tampoco hubo caso y de a poco, la idea fue quedando en la nada.

¿Qué pasó? Según se supo, la AFA mantiene una deuda con los dos asociados al proyecto: la UTN y TELECOM. La Universidad Tecnológica Nacional, encargada del empadronamiento de los hinchas, reclama un pago de $15,4 millones y por eso, en el mes de agosto cerró todos los centros de registro que había instalado en los diferentes clubes y dejó de entregar las credenciales de las aproximadamente 400 mil personas que ya habían sido inscriptas. En tanto, la empresa de comunicaciones, proveedora de la tecnología necesaria, tenía acordado recibir el 20% de cada entrada vendida a partir de la implementación del sistema, pero como ésta nunca llegó a efectuarse, jamás recibió nada, a pesar de llevar invertidos unos $290 millones. La AFA, por su parte, niega que esto sea así.

Ante la incertidumbre, las múltiples versiones y las críticas generadas por la fallida puesta en funcionamiento, hace algunos meses, la casa mayor del fútbol argentino decidió dar un golpe de timón y poner al frente de AFA PLUS a Oscar Ojeda en reemplazo de Fernando Casalla.

Aunque ya muchos daban por caído al proyecto, sobre todo luego de la muerte de Julio Humberto Grondona -su principal impulsor-, Ojeda reconoció, poco después de su asunción, que se están llevando a cabo negociaciones para retomarlo, tal como se lo ideó en un principio. “El proyecto sigue con la filosofía original, se exigirá el control de la huella digital. Vamos a continuar con Telecom y la UTN, pero estamos trabajando con la idea de asumir a nuestro cargo, tareas que la AFA puede ocupar en pos de una definitiva aceleración de los tiempos. Para ello todo el equipo profesional que estaba al frente del proyecto por parte de AFA fue cambiado de manera íntegra hace ya casi dos meses”, explicó el nuevo mandamás en el sitio web oficial del proyecto, en agosto de este año.

“El planteo inicial con Telecom se basaba en un ‘canon’ sobre los accesos y localidades vendidos. Hoy es algo inviable porque la mayoría de los clubes cubren sus aforos con venta de abonos por campeonato o año y entradas para sus socios con cuota al día. La cantidad de entradas destinadas a la venta resulta cada vez menor. Por lo tanto, decidimos replantear AFA PLUS sin generar perjuicios ni para Telecom, ni para la AFA y sobre todo, evitar costos a los clubes. Una mera cuestión de razonabilidad. Pero en estos días asistimos a una campaña mediática en contra del proyecto, que es infundada en lo absoluto y que puede confundir a los aficionados. El proyecto está más vivo que nunca y con un horizonte muy concreto para su implementación total”, agregó.

Con las ilusiones renovadas, una vez más, la promesa se volvió a hacer. “La meta que nos hemos propuesto, y que estamos convencidos de alcanzar, prevé lograr en este campeonato (en referencia al recientemente finalizado Torneo de Transición) el funcionamiento pleno del sistema en algunos estadios y obras en algunas de las grandes canchas de la Ciudad de Buenos Aires”, se animó a anunciar el propio Ojeda. Sin embargo, henos aquí, al día de hoy, aún en la nada.

Pero el ‘caso AFA PLUS’ no muere sólo en las promeses sin cumplir, sino que sigue sumando ribetes, cada vez, de un tono más oscuro. Es que el nuevo responsable del proyecto formó parte de tres empresas que en algún momento realizaron, o aún realizan, negocios poco claros con la Asociación del Fútbol Argentino. La primera de ellas, Inmark Argentina, durante la década de los 90, comercializó sistemas de seguridad de audio y video para los estadios, y terminó siendo denunciada por sobreprecios, acusación que la Justicia finalmente terminó desechando. También se desempeñó como vicepresidente de Proinver, una compañía dedicada a la organización de eventos en las instalaciones de los clubes, perteneciente a Rogelio Riganti, hombre sindicado como uno de los testaferros de Julio Grondona. Actualmente, Ojeda preside el Grupo Ecsa S.A., que provee de equipamientos -que van desde butacas a pantallas gigantes- a los estadios de varios equipos de Primera. Antecedentes y vínculos un tanto inapropiados si la idea es darle transparencia al asunto.

Difícil sacar conclusiones. Mientras la burocracia -por no llamarle inoperancia ni corrupción- hace lo suyo, lo único cierto es que el tiempo sigue pasando, las víctimas aumentan y la violencia que impregna nuestras canchas, no cesa. Es hora de dejar la demagogia en el pasado y convertir las promesas en realidad por el bien del fútbol argentino.