Parece como si fuera ayer, cuando se anunciaba la vuelta de Diego Milito a Racing, sin imaginarse que se convertiría en la principal figura del equipo que logró dejar atrás 13 años sin títulos, luego del logro del Torneo Apertura 2001, en el que también fue una pieza importante. "Sentí que era el momento para volver y devolverle a Racing todo lo que me dio", declaró el Príncipe cuando firmó contrato con el club en junio, sin imaginarse que meses después se consagraría campeón del Torneo Transición 2014 de Primera División del fútbol argentino.

A pesar de que estuvo afuera 11 años en  Europa y  se destacó en diferentes clubes,  Milito volvió a la Argentina para jugar y retirarse en el club que le dio todo. Hoy con su segundo título logrado en el conjunto de Avellaneda, Diego Alberto Milito se transformó un gran ídolo y referente para los hinchas y la historia del club, junto con Juan José Pizzuti y Walter Paz.

Desde su debut con la camiseta de La Academia en el Torneo Apertura de 1999, en el empate 3-3 con Unión de Santa Fe, y ante excelentes actuaciones el atacante se metió en el corazón de la gente a base de goles y hasta la etapa más importante, cuando se convirtió en una pieza clave del título obtenido en el Torneo Apertura de 2001 donde logró la primera consagración local de Racing luego de 35 años sin lograr título alguno en el ámbito local y en el que además aportó tres maravillosos tantos.

En Avellaneda, Milito completó una primera etapa con 147 partidos en los que anotó 37 tantos, para luego recalar en el Génova de la Serie B italiana, y en el Zaragoza. En este último protagonizó un inolvidable partido en el que le anotó cuatro goles a Real Madrid por la Copa del Rey 2006, hasta completar una gran campaña, con 61 dianas en 125 encuentros.

Regresó a Génova en 2008, pero apenas estuvo una temporada, ya que el Inter pagó 25 millones de euros por su ficha, donde permaneció cinco años, anotó 75 goles y conquistó la Champions League 2010, el Mundial de Clubes 2010, el Scudetto, la Supercopa de Italia 2010, y dos copas Italia en 2010 y 2011.

Después de superar una grave lesión de ligamentos y de terminar su contrato en Inter, cumplió su promesa de regresar a Racing, el club en el que comenzó su carrera. En su segundo paso por La Academia formó parte del equipo de Diego Cocca quien lo hizo participar en 17 partidos y convirtió 7 tantos (uno de penal) asistió en 4 ocasiones y disparó al arco alrededor de 37 veces. 

"Todavía no lo puedo creer, es un sueño, muy especial para mí. Es tocar el cielo con las manos", declaró el atacante luego de obtener el último título.

Tras haberse coronado campeón por segunda vez con Racing, Milito dejó de ser 'Príncipe' y se convirtió en 'Rey', un 'Rey' que para este 2015 buscará seguir por el buen camino y saldar una cuenta pendiente: conseguir la Copa Libertadores.