La previa mismo lo anticipaba: la visita al Mestalla, estadio donde el Valencia se viste como local, sería complicada. El equipo Che viene realizando una gran campaña y tras la victoria, acumulando 17 partidos jugados y 34 puntos, se perfila como uno de los equipos cuyo objetivo sea competir por quedar en los primeros puestos de la Liga BBVA y así obtener una plaza para disputar la próxima Champions League.

El partido no comenzó fácil para los de camiseta anaranjada. Apenas iban 14 minutos cuando Cristiano Ronaldo (quien llegó a su gol número 26 en la liga) anotó de penal, colocando el 1 a 0 en el marcador parcial y torciendo el partido a favor del visitante.

Ya en el segundo tiempo, más precisamente en el minuto 52 los locales encontrarían el empate. Tras una buena jugada colectiva, Barragán remató desde fuera del área y su remate, luego de haber chocado contra la inmensidad de Pepe y cambiado su dirección, se encontró con la red del arco de Iker Casillas.

Un Otamendi espectacular

Luego de haber logrado el empate, el Valencia no se quedaría conforme. Pero antes de llegar al gol, hubo una intervención espectacular del zaguero central argentino que merece ser nombrada. Tras una corrida a toda marcha por parte de Gareth Bale, quedando mano a mano con el arquero, el ex Vélez aparecería desde atrás arrojándose por el piso para puntearle la pelota y ahogarle al galés lo que hubiera sido el segundo tanto de la escuadra blanca.

Ya en el minuto 65 del segundo acto, el argentino supo ganarse un lugar en el corazón de todos los hinchas valencianos. Luego de un córner y a pesar de ser marcado por la bestia de Sergio Ramos, el jugador con la dorsal número 23 superó a todos aquellos que defendían el arco del Madrid e incrustó su frente en la pelota que viajó directamente por entre los tres postes. Era el gol de la victoria.

No pudo alcanzar el récord

Esta misma semana, el Coritiba de Brasil había anunciado que, a pesar de la derrota frente al amistoso con el Milán por 4 a 2, el Real Madrid todavía podía alcanzar y superar el récord de los cariocas, ya que este solo tiene en cuenta partidos oficiales.

El récord era de 24 victorias consecutivas y el Real acumulaba 22. Faltaban, "únicamente" tres partidos ganados en cadena para que los Merengues se quedaran con un récord que parecía inquebrantable. Y escribimos "únicamente" entre comillas porque, en esa maraña de 22 partidos que parecía interminable, los tres partidos que le restaban para alcanzar la cifra deseada parecían un trámite. Esta vez, Otamendi amargó al Real.

El gol de Nico Otamendi:

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Uriel Kelman
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