En Vélez, la cosa funciona así: siendo socio, uno tiene la posibilidad de ingresar tanto a la popular, como a la plate Sur. Ya para acceder a la platea norte, existen ciertos aranceles y determinadas restricciones. Pero hace unos días, empezó a circular la idea de que a partir del campeonato que se avecina, se cobraría un bono a aquellos socios que quieran mirar los partidos de su equipo desde la Sur.

Este planteo de la dirigencia surgue de los problemas económicos que esta pasando la institución. Ahora, jugadores que cobran abultados salarios, barras a la orden del día, gente que trabaja en Vélez solo por ser portadora de apellido ¿y la crisis la tienen que pagarla los hinchas? Un club que siempre se caracterizó por atraer familias. Vélez es ¿o era? familia. Y con cosas como estas, cada vez más vemos como se destruye este concepto. Candidatos que previo a las elecciones, se defenestran unos a otros en lugar de exponer argumentos convincentes, un presidente marcado por su relación con los barras y tantas cosas más.

Vélez es un club de barrio, nacional e internacinal, vaya paradoja. Creció mucho año tras año. Pero que el socio y simpatizante, no  se olviden aquellos orígenes humildes por cuestiones ególatras de algunas personas.

Es tiempo de que se cuide más al club y dejar de ver al socio como un cliente al que hay que dar vuelta para sacarle una moneda. Porque el socio es dueño y como tal merece ser respetado.  

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