Todos esperaban el debut del campeón con un gran triunfo, como lo hizo en los amistosos de verano, pero no fue así. Y aunque todos los hinchas se habían preparado para la celebración en el Cilindro, lo único que se vio en el partido, fueron dudas, errores y falta de juego.

Desde el comienzo con apenas 3 minutos de juego cuando en los carteles de publicidad que rodean al campo de juego se felicitaba a Sebastián Saja por un récord que en realidad no había batido, una falla en la defensa que se fue dando en secuencia, hasta llegar al error más grave que fue en la salida del arquero le permitió al juvenil Franco Cervi adelantar a los rosarinos.

El tanto debilitó a Racing, tanto que le costó desatar todos los nudos que iba armando el equipo contrario. Ni lograron realizar jugadas ni individuales y menos colectivas. No se comparó en nada el juego que se vio anoche, con el campeón del año pasado. El panorama del primer tiempo mostró a un Racing golpeado, caído, y sin ideas. La defensa estuvo perdida, el mediocampo impreciso y no hubo peso ofensivo.

En el arranque del segundo tiempo, se vio al conjunto local más despierto, y aunque la visita estuvo a punto de alargar la ventaja, Saja se recompuso con una tapada con sus pies. Sin embargo, a casi media hora de culminar la segunda parte, con Camacho, y Fernández en la cancha La Academia tuvo oportunidad del empate. Entre cuatro y cinco llegadas claras, pero le faltó precisión. y también ayudó la buena noche de Mauricio Caranta, para responder con solvencia cuando fue requerido, como ante un par de remates de Gustavo Bou y de Marcos Acuña.

De esa forma, los de Coudet terminaron llevándose un triunfo grande y cortándole a Racing una racha de nueve partidos invicto, que incluía cuatro victorias al hilo y sin recibir goles. Ahora el conjunto académico deberá trabajar mucho con la defensa si quiere defender el título se campeón.