Boca Juniors no tenía un partido de suma importancia para las matemáticas porque la temporada recién comienza, pero sí para los jugadores, quienes quieren ganarse un lugar privilegiado en la consideración del técnico, Rodolfo Arruabarrena. El Vasco tiene a su disposición calidad y cantidad de futbolistas suficientes para pelear todo lo que se proponga, por lo que deberá saber elegir. En base al futuro es que adquiere más trascendencia este encuentro que el Xeneize ganó 2-0 ante el recién ascendido Temperley. En VAVEL, nos ponemos en la piel del entrenador y puntuamos la actuación de los jugadores que ayer vistieron la camiseta azul y oro.

(0-3: Muy mal / 4: Mal / 5: Regular / 6: Bien / 7: Bastante bien / 8: Muy bien / 9: Fantástico / 10: Excelente / S.C: Sin clasificar)

Agustín Orion

5 | En las pocas participaciones que tuvo, se destacó. Impidió dos goles en contra, de Marín y de Burdisso después, además de taparle excelentemente un mano a mano a Brandán. Su actuación estaba cercana a la perfección hasta que fue tontamente expulsado por una irresponsabilidad, en la que demostró una falta de madurez que no lo caracteriza. Si bien no lastimó a su rival porque no lo golpeó, su actitud fue innecesaria y totalmente evitable. El arquero es uno de los referentes del plantel, pero abandonó a su equipo al dejarlo con un hombre menos.

Leandro Marín

5 | El lateral derecho mostró intenciones de jugar. En el primer tiempo, se proyectó en ataque  -respaldado por un Lodeiro que transitó su sector-  y pedía la pelota, mostró sus ganas de ser una opción. Sin embargo, falló en el aspecto defensivo. Le ganaron la espalda durante los 90 minutos y perdió siempre con Gabriel Esparza en el complemento, en los cuales no atacó debido a la postura del resto de sus compañeros.

Daniel Cata Díaz

7 | El capitán mostró una vez más porqué lleva la cinta. Firme en la marca, pero cuidadoso en el contacto. Impecable por arriba, salvo en una jugada que terminó con una chilena de Dinenno. También fue una rueda de auxilio para Cubas cuando alguien se atrevía a burlar su vigilancia.

Guillermo Burdisso

5 | El exdefensor de Arsenal de Sarandí no estuvo a la altura de su compañero de zaga. No impuso presencia física en el mano a mano, aunque sí ganó en el juego aéreo. Fue desbordado por los atacantes cuando lo encararon y no mostró la velocidad que lucían sus compañeros.

Fabián Monzón

4 | Flojo partido del lateral por izquierda. Nunca se animó a la ofensiva y fue víctima, en reiteradas ocasiones, de los rivales que jugaban en su zona, tanto Chimino como Brandán, con quienes perdió una y otra vez en los duelos individuales. Se vio obligado a cometerle una falta a Terzaghi que le valió la amarilla, luego de haber perdido la pelota. Su banda fue un pasadizo para Temperley.

Pablo Pérez

5 | Pasó desapercibido. Aportó lucha y actitud, tuvo una gran predisposición, pero no ganó tantas pelotas divididas como suele hacerlo y tampoco realizó jugadas destacables con el balón en sus pies. Además, debió ser expulsado tras una falta táctica que debió haber sido sancionada con otra amarilla.

Andrés Cubas

10 | El juvenil fue el mejor. Utilizó la misma cualidad omnipresente que tiene el Dios bíblico, porque aparecía de la nada en todos lados. También hizo uso de su enorme capacidad de lectura, su entendimiento del juego y su instinto de anticipación. Ganó muchas pelotas divididas sin imponer su físico, sino su precisión en el quite, como si se agachara para tomar la pelota con las manos y quitársela de los pies al contrario. Apenas cometió infracciones y cuando tuvo el esférico en su poder  -varias veces, porque se ofreció y pidió mucho el balón-, no se equivocó, lo jugó con criterio y hasta dio pases de gol. Actuación completa y destacada.

Marcelo Meli

7 | Fue el socio ideal para Cubas en la lucha de la mitad de cancha. Se encargó del trabajo sucio, corrió mucho y a cada jugador que tenía cerca. También apareció en el área. De hecho, fue quien recibió la falta de Crivelli en el penal que sirvió para el primer gol y hasta tuvo bajo su responsabilidad dos chances netas de gol: un mano a mano que fue despejado en la línea por un defensor que llegó para impedir el tanto y con un mal cabezazo ante un arco mal protegido.

Nicolás Lodeiro

6 | El enganche uruguayo exhibió su calidad cuando tuvo la pelota en sus pies, mostró que es diferente. Rápido para pensar, supo darle vértigo a los ataques de su equipo y fue el artífice de numerosas habilitaciones, una de las cuales terminó en el penal. A pesar de eso, no estuvo muy participativo ni fue el alma de los ataques de Boca.

Juan Manuel Martínez

6 | No desestabilizó en el mano a mano ni aportó mucho a la causa de la ofensiva. Tampoco inquietó por su banda y lejos estuvo de ser peligroso. Fue el autor del primer gol al ejecutar sin presión alguna el penal ante un especialista como Crivelli. Pidió la pelota con personalidad, no se puso nervioso, esperó a que se tire el guardameta y definió con precisión al otro palo.

Jonathan Calleri

9 | Su garra para pelear cada balón, para aguantar el mismo, para hacer respirar a sus compañeros y su sacrificio por el equipo es moneda corriente en todos sus partidos. Además de todo eso que es habitual en él, hizo gala de su calidad en el segundo gol. Fue el centro de los contraataques del Xeneize en el segundo tiempo y también fue solidario con los pases.

Guillermo Sara

7 | Sus compañeros no extrañaron al excelente Orion en el arco, porque detrás de él está el exjugador de Rafaela. Tuvo reflejos cuando fue necesario, salió a cortar centros, mostró seguridad e imponía respeto en el área chica. Dos atajadas complicadas e importantes evitaron el empate del Gasolero y fueron claves para el triunfo.

Nicolás Colazo

5 | Entró y jugó de mediocampista. El equipo ganaba con un jugador menos y él no ingresó para aportar en ataque. Luchó y ocupó un espacio en la cancha, algo que no es poco valioso. No se destacó en absoluto, pero cumplió.

Marco Torsiglieri

S.C | Ingresó pocos minutos en el final para aguantar el resultado.

Rodolfo Arruabarrena

8 | El técnico nunca se desesperó con la expulsión y supo hacer los cambios correspondientes. El Burrito Martínez era el hombre que tenía que salir para que entre Sara, ya que no se podía perder presencia ni en defensa ni en mitad de cancha, pero tampoco podía prescindir de Calleri. Colazo no desentonó y Pablo Pérez estaba amonestado y pudo haber sido expulsado, por lo que salvó al equipo de dejarlo con nueve. Con una sola modificación disponible, no le tembló el pulso para dejar afuera a la estrella que viene del fútbol europeo, Daniel Osvaldo, y prefirió mantener las prioridades momentáneas del conjunto al meter a un defensor como Torsiglieri y tratar de evitar una hazaña.

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Sobre el autor
Federico Menteguiaga
Argentino | 18 años | Periodismo Deportivo en Deportea | Redactor de Boca Juniors y Tenis | Coordinador de Más Deportes y Vóley -vivir riendo y creando sonrisas-