El triunfo de Universitario de Sucre en Venezuela, que se concretó minutos antes del inicio del encuentro, obligó a Huracán a no volverse con las manos vacías de Brasil. El Globo jugó un partido muy prolijo en defensa y disfrutó de una gran actuación de Federico Vismara, el punto más alto del equipo. Arriba le faltó intensidad, decisión y compañía para el solitario Ramón Ábila, que realizó un gran desgaste físico peleando la pelota ante la línea de cuatro de Cruzeiro.

Huracán tardó en acomodarse en el partido. Padeció, en gran parte de la primera mitad, la falta de retroceso de Patricio Toranzo y Alejandro Romero Gamarra, dos que están acostumbrados a jugar y atacar. Luciano Balbi se multiplicó en el lateral izquierdo y Federico Mancinelli no falló nunca por el lado opuesto, aunque en algunas ocasiones no dieron abasto ante los insistentes ataques del local.

Matías Giordano se lució al tapar un cabezazo a quema-ropa del Leandro Damiao, y, con algo de inseguridad pero con eficacia, resolvió con sus puños algunos centros peligrosos que cayeron en su área. Durante los 45 minutos iniciales, el Globo jugó decididamente en su campo y sólo inquietó con un cabezazo de Ábila, tras centro de Kaku, que pasó cerca del travesaño.

En el complemento, Huracán corrigió los problemas que tenía en el mediocampo y ajustó la marca. Juntó las líneas y se agigantó la participación de Vismara, quien leyó el juego mejor que nadie y anticipó en varias ocasiones a los delanteros de Cruzeiro. La Bruja tampoco se desesperó con la pelota en los pies y siempre intentó dársela a un compañero.

El que estuvo apático, y sin participación, fue Patricio Toranzo. El número 18 se mostró falto de confianza y, más allá que lo suyo no es colaborar en la marca, con la pelota en los pies no tuvo aciertos y debió salir mucho antes de los 24 minutos, cuando lo reemplazado Ezequiel Gallegos.

Daniel Montenegro, que ingresó a los 15 por un desgastado Agustín Torassa, tuvo en su pegada el triunfo del Globo, pero un desvío en un defensor envió la pelota al tiro de esquina.

El equipo de Apuzzo se relajó y en el final sufrió más de lo previsto. Algunos remates de media distancia y un tiro a colocar de Damiao, que pegó en el travesaño, provocaron la agonía de todo Huracán, que se trajo un puntazo de Brasil y se esperanza con avanzar de fase.

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