Un aguafiestas es quien, por algún motivo, hecha a perder el festejo, la alegría de otros, "la pasa por agua". En este caso, el término no podría ser más literal. Es que Atlético de Tucumán tenía todo para ganarle a Villa Dálmine y, de hecho, lo hacía, por 2-0, cuando la lluvia obligó a suspender el juego.

Fueron casi 55 minutos de poco fútbol y mucha garra. En esas condiciones, claro está que no se podía hacer mucho. Sin embargo, el Decano golpeó dos veces y se lleva la victoria parcial.

El estado del campo de juego, mientras el árbitro hablaba con los capitanes | Foto: Twitter Atlético Nacional

A los 18 minutos, Jorge Molina puso el 1-0 parcial, cuando la lluvia comenzaba a molestar. Luego, a los 45, Franco Quiroga agrandó la distancia, ya en condiciones insoportables.

Comenzado el segundo tiempo y antes de los 10 minutos, el árbitro Ariel Suárez se reunió con los capitanes y decidieron culminar el juego en ese punto, para continuarlo, en principio, mañana a las 17 horas.