Si a Néstor Apuzzo, antes del encuentro, le preguntaban si firmaba el empate, no habría dudas: hubiese puesto el gancho. No sólo porque aún le restan dos cotejos como local, sino también porque su equipo viene acumulando una seguidilla de partidos que asusta. Prácticamente viene jugando todos los martes y viernes, hace tres semanas consecutivas.

¿Deportivo empate? Y.. quizás. Más aún teniendo en cuenta cuál fue la idea de Huracán respecto a este encuentro. Es que los 3000 metros de altura fueron determinantes para que el entrenador del Globo entendiera que un punto era algo similar a una victoria. Mal no le fue, porque lo que buscaron lo consiguieron. La realidad indica que ahora deberá confirmar lo conseguido ganando los dos partidos que le quedan en el Ducó: Cruzeiro y Universitario.

El primer tiempo de Huracán fue aceptable. Sin sufrir demasiado, aunque sí con muchos espacios otorgados, tuvo una chance clara cuando Federico Mancinelli reventó el travesaño con un cabezazo. Ramón Abila, en tanto, también tuvo dos oportunidades las cuales no terminaron como él deseaba. Al mismo tiempo Matías Giordano comenzaba a demostrar que no le pesa reemplazar a Marcos Díaz.

Sin perder el orden, el Globo comenzó el segundo tiempo algo fatigado. Producto de la altura, a los 10 minutos el equipo se entregó por completo. Relegó de la posesión de la pelota, regaló contraataques que podían haber generado algún peligro para los bolivianos y, por sobre todas las cosas, firmó el empate. Y ahí fue donde se equivocó.

Universitario entendió la postura de los de Parque Patricios y comenzó a ser el dominador del partido. Con los laterales que se proyectaban constantemente intentó batir el arco quemero, pero se encontraron con una solidez colectiva para la resistencia y un Giordano formidable. Hay un dato que refleja lo mencionado: los locales remataron 26 veces al arco contra siete del Globo. Además, los bolivianos acumularon 64% de posesión del balón.

Los cambios de Apuzzo confirmaron su intención de ir en busca del empate: Ezequiel Gallegos por Agustín Torassa, Iván Moreno y Fabianesi por Alejandro Romero Gamarra y Santiago Echeverría por Lucas Villarruel. Tres modificaciones exclusivamente cautelosas y con intenciones de "cerrar" el partido. Lo cierto es que sirvieron para aguantar el resultado.

Sin ir más lejos el empate a Huracán le sirve. El hecho de ser un equipo poco habitué en este certamen continental, le permite ilusionarse con una posible clasificación siempre y cuando lo afirme de local. Recibirá a Cruzeiro y Universitario antes de cerrar su participación en el grupo 3. Y también deberá viajar a Venezuela para enfrentar a Mineros, donde los bolivianos lograron ganar. Por eso, el panorama asoma y parece favorable en una zona donde no hay sueños imposibles.