En Mendoza, Gimnasia y Esgrima y Chacarita disputaron un encuentro con muchas incidencias. El visitante jugó casi todo el partido con uno menos y aún así estuvo arriba en el marcador gran aprte del encuentro. Los mendocinos empataron de penal y sobre la hora dieron vuelta un match plagado de polémicas.

Desde el arranque el Funebrero mostró sus credenciales. Con juego asociado, iniciativa y participación, el equipo de Biggeri dio señales de buen fútbol. A los 15 minutos el punto de inflexión fue la expulisón de Zapata, que a esa altura era dueño del mediocampo. Además, luego de ir al choque en la disputa del balón, Rodriguez quedó sentido y tuvo que salir. Entro Alliendro en su lugar.

No obstante las situaciones adversas sufridas por Chaca, el equipo siguió lastimando y era más que su rival. Desordenado y en la vorágine de su juego, los de Arias no eran claros en la tenencia.

Promediando la primera etapa, Menéndez, que manejó los hilos del equipo desde la salida de Zapata, le imprimió velocidad a sus piernas, llegó hasta el fondo y estrelló su remate en el palo para que posteriormente Milla la empuje desde el corazón del área. Ganaba Chacarita uno a cero y el partido estaba controlado. Taborda, en una muestra de firmeza, descolgó constantemente los centros que invadían, desde los costados, su área.

Los primeros minutos del segundo tiempo fueron un fiel reflejo de la primera etapa. No se hacía notar la diferencia del hombre en cancha. Adelantado en el campo rival, el tricolor pudo liquidarlo en distintas oportunidades. Alliendro a los tres minutos entró por un costado y remató. El arquero bien parado la mando al córner.

Pero con el correr de los minutos, la ausencia del Chapa se hacía sentir y el local empezó a lastimar. Sin claridad y con muchas limitaciones pero Gimnasia estaba decididamente en posición ofensiva. A los 27 y de penal, Albornoz marcó el empate. Al elenco visitante todo se le hizo cuesta arriba y el local presionó sin dar respiro. A los 33 Taborda le tapa un cabezazo impresionante a Garín. Tímidamente y solo, Alliendro peleaba constantemente con los defensores sin éxito.

Ya sobre el final y después de tanto insistir, otra pelota cayó en el área y Garín solo tuvo que empujarla hacia la red. El final llegó con escandalo. Sin ir más lejos, el arquero suplente de los visitantes fue agredido con gas pimienta. Luego del caos restaban 20 segundos en los cuales Chacarita tuvo la oportunidad de empatarlo. El travesaño le dijo que no.

Un resultado injusto para un equipo que hizo todo y se fue con las manos vacías.