Racing Club y Nueva Chicago empataron 0-0 en un partido más que entretenido. Si bien el resultado no lo refleja lo que pasó en el campo de juego, las ocasiones de gol para ambos equipos no faltaron, especialmente para el equipo albiceleste, que volvió a fallar en la puntería y se topó con un muro que tuvo nombre y apellido: Alejandro Sánchez.

El primer tiempo se dividió por partes. Fueron 35 minutos de control total de Racing, que sometió a Nueva Chicago y lo obligó a esperar en su área. La más clara en ese segmento la tuvo la visita, con una buena jugada de Diego Milito que culminó, tras varios rebotes, con un cabezazo de Gustavo Bou al travesaño.

Sin embargo, con Pablo Ruíz como figura excluyente, en los 10 minutos restantes los de Mataderos fueron empujando y generando mucho en ataque, tanto así que la Academia terminó sufriendo en el final de esa primera mitad. 

El segundo tiempo mostró un juego más parejo, con posesión más dividida y buenas actuaciones del mismo Ruíz, Lucas Baldunciel, Luis Solignac y Mariano Puch, en el local. Por el lado de los de Diego Cocca, los ingresos de Brian Fernández y Marcos Acuña, sumados a un Francisco Cerro encendido, mejoraron y aumentaron las ocasiones frente al arco de Alejandro Sánchez. 

A pesar de esta igualdad en el juego, los de Avellaneda fueron mucho más profundos y tuvieron las mejores chances del partido. Fernández tuvo una a poco de ingresar en el punto de penal, recibiendo de Bou y ensayando el remate, pero pifió a la pelota.

Esta no fue la única del ex Defensa y Justicia. Cinco minutos luego de esa primera acción, hubo un triple intento que quedó en nada. Cerro envió un balón profundo que corrió el delantero e intentó picar sobre Sánchez, que logró mover la pelota. Ese desvío le cayó a la Pantera Bou, que quiso pegarle con rosca para anotar por el segundo palo, pero otra vez el arquero interpuso su mano. Una vez más en la misma jugada, la última, lo tuvo Fernández, esta vez sin arquero y un defensa en la línea, pero le erró al arco y tiró la redonda por sobre el travesaño.

Con la salida de Ruíz, muy cansado tras un gran partido, Chicago se apoyó en la velocidad de Puch y la buena salida de Marcos Galarza y Damián Lemos para intentar aprovechar alguna contra, ya que Racing se hizo amo y señor del partido y fue agrandando la figura de Sánchez, que ya había sido el mejor en el también empate 0-0 con Boca Juniors, en la Bombonera.

Esta igualdad final deja con un sabor amargo a los de celeste y blanco, que apostaron a los titulares para no dejar más puntos en el camino. Por el lado de enfrente, tras un comienzo no muy bueno, mantener el cero en el arco por segundo partido consecutivo lleva tranquilidad, esperando sólo anotar el gol propio y volver al triunfo en Primera División tras ocho años.