Otra vez el fútbol no estuvo del lado de Vélez. Y no es que fortineros platenses hayan protagonizado un duelo de alto contenido futbolístico. Pero de todas formas, fue el local quien se mostró predispuesto a intentar jugar a la pelota. No lo consiguió y su rival de turno, tampoco. Fue victoria para Gimnasia y más problemas para Russo que sufrió el repudio de los hinchas.

Ambos equipos tenían la obligación de ganar. Irregulares y sin ideas, el fortín y el lobo se dieron cita en el Amalfitani con la intención de espandar a los fantasmas. Pocas situaciones de gol hubo a lo largo de los noventa y pico de minutos. Eso fue producto de que los de Liniers no tuvieron ideas a la hora de ir al frente y de que los de La Plata no estuvieron finos con la posesión de la histérica.

Somoza se mostró errático y eso produjo que el juego en la mitad de la cancha se tornara engorroso y dificultoso. Quizá haya sido Pavone la figura de Vélez, que aguantó todas las pelotas y a base de lucha y oficio pudo rematar al arco. Su compañero de ataque, no lo acompañó nunca. Hasta su salida, Rolón fue desequilibrante y por la derecha produjo alguna expectativa.

Realmente es difícil traer a estas líneas alguna chance de riesgo en los arcos. Es importante y alarmante subrayar el hecho de que ninguno de los cambios pudo siquiera levantar el ánimo de un equipo que no encontró los espacios. A Correa, la vuelta le está costando y todavía juega entre algodones. Asado, otro que volvió, avanzó con el balón y pasó constantemente. Pero las devoluciones no llegaron. Cáceres, el otro jugador que ingresó, extrañamente estuvo perdido y no le aportó nada al elenco velezano.

Las emociones en el match llegaron tarde. Luego del gol tripero, que reflejó la mala fortuna que viene teniendo Vélez en ciertos partidos, derivó en un final que se correspondió con lo que fueron los otros 85 minutos de partido, aunque con algo de polémica. En la única pelota que conectó un hombre de azul en todo el partido, el juez de línea levantó la bandera y anuló las ilusiones.

La gente explotó, aunque sin razón. El entrenador es solo una de las caras responsables de este magro momento que no es crisis, pero que el hincha siente como tal. El fixture se presenta complicado en las citas más cercanas. San Lorenzo, Boca y Racing son algunos de los rivales más próximos que tendrá que enfrentar Vélez y el panorama no es bueno.