Y llegó el alivio para Vélez. Fue en un momento inesperado. El momento malo del equipo y el escenario difícil que se presentó ayer, hacían suponer que una vez más, el Fortín se iba a ir con las manos vacías. Pero eso no pasó.

La última vez que el equipo de Liniers había ganado fuera del Amalfitani, lo hizo el 28 de noviembre de 2014 ante Defensa y Justicia ¿Por qué ganó Vélez el sábado por la noche? Porque trató- y pudo- jugar, porque fue desequilibrante y tuvo personalidad para dar vuelta un resultado que, casi desde el vestuario, se presentó adverso.

Nos parece relevante detenernos en la parte del desequilibrio. Los pibes a los que siempre le pedimos dinamismo y verticalidad, esta vez lo hicieron y fueron determinantes. Y en particular uno de ellos, Nicolás Delgadillo- gran aparición en el primer equipo que está dando que hablar. Sin ir más lejos, el chico fue fundamental en los dos primeros goles del equipo- Asad y Pavone.

Vélez fue sólido y encontró argumentos para llevarse la victoria puesto por puesto. Aguerre se mostró sobrio y queriendo consolidarse, Pellerano fue el punto más alto de la defensa e hizo que no se sintiera la expulsión de Cubero. Arriba, mencionamos el juego desequilibrante de Delgadillo, pero no nombramos a Asad y tampoco a Pavone. Con oficio de delantero, sus dos goles llevaron el sello de nueve que tanto se le reclama portar.

Haber ganado ayer no solo es importante solamente por lo que implican tres puntos, sino también porque el fixture se viene complicado para Vélez. Boca y Racing son los próximos rivales que se avisoran y los hombres de Russo quieren seguir en la senda de la victoria.

Ahora viene Boca. El domingo a las 21: 30 hs, el Amalfitani- solo con socios del Fortín- se vestirá de gala para otro encuentro del equipo.