Los amistosos antes de un torneo continental son más que importantes para ir poniendo en marcha los últimos detalles del equipo. Pero aún más importancia toman estos partidos cuando hay un nuevo técnico, ya que no es recomendable llegar casi sin experiencia a un campeonato oficial.

Teniendo en cuenta todo esto, el choque entre Perú y México era muy esperado, buscando analizar el presente de los ahora dirigidos por el argentino Ricardo Gareca. El ex director técnico de Vélez Sarsfield de Argentina y Palmeiras de Brasil se enfrentaba al segundo encuentro al frente de la selección peruana, luego de la derrota amistosa ante Venezuela por 1-0

Perú comenzó el juego mucho más afilado que México, que se defendía mucho más de lo que atacaba, producto del mal control de pelota de sus futbolistas y la gran presión de los incaicos. 

A pesar de sufrir mucho durate la primera mitad, el primer tanto del partido llegó apenas pasada la hora de juego. Christian Cuevas entró al área por derecha y remató, pero estrelló la pelota en el poste; un blooper del arquero Alfredo Talavera, a quien se le escurrió la pelota, permitió que esta ruede sobre la línea y Jefferson Farfán, que ingresaba desde atrás, puso el 1-0.

A esa altura, Perú era absoluto dominador, generando mucho peligro, especialmente con algunos pases profundos más que interesantes de Cuevas, que encontraron siempre haciendo una gran diagonal al mismo Farfán. 

Aunque los locales eran superiores, en la primera jugada luego del gol México avisó, mediante un remate lejano que encontró a Pedro Gallese volando "para la foto". Luego de este aviso, los mexicanos llegaron al empate a los 76 minutos, con un cabezazo de Juan Valenzuela.

Los peruanos aún tenían mucho para dar en 15 minutos, pero la expulsión de Pedro Requena, de mal partido, dejó en inferioridad numérica y situación desfavorable a los del Tigre Gareca, que no pudieron ofrecer una victoria a su gente, pero sí brindaron esperanza desde el buen juego.

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