La selección chilena logró meterse en los cuartos de final de la Copa América sin mayores problemas. A pesar de que no lograron superar a México, no tuvieron dificultades para vencer tanto a Ecuador como a Bolivia en su camino a la cima del Grupo A.
El horizonte inmediato arroja un rival complicado para los dirigidos por Jorge Sampaoli ya que se medirán ante Uruguay, actual campeón de la competición y un elenco que históricamente sabe jugar en las instancias finales. Chile, sin embargo, ha ido mejorando conforme avanza el certamen y han demostrado ser uno de los equipos más sólidos tanto en defensa como en ataque.
Jorge Sampaoli decidió modificar el esquema que le dio éxito en la Universidad de Chile el 2011 y con el que logró meterse en el Mundial de Brasil 2014. Ante la ausencia de un referente de área y considerando el número de volantes en buen nivel, el estratega casildense optó por modificar la figura a un 4-3-1-2, donde el tándem de Marcelo Díaz y Charles Aránguiz aporta en la recuperación mientras que Arturo Vidal y Jorge Valdivia se encargan de la creación.
La columna vertebral del equipo está consolidada y la conforman Claudio Bravo en el arco, Gary Medel en la defensa, Arturo Vidal en el mediocampo y Alexis Sánchez en el ataque. Los cuatro jugadores se encuentran en un muy buen nivel en Europa y en particular, el portero del FC Barcelona se ha consolidado como el líder de este equipo. Es el capitán y ha tenido un gran Copa América donde salvo algunos errores ante México, se ha mostrado infranqueable entre los palos.
La línea defensiva es conformada por Mauricio Isla, Gary Medel, Gonzalo Jara y Jean Beausejour, aunque éste último alterna en el rol de lateral izquierdo con Eugenio Mena. Ambos laterales pasan mucho al ataque y si bien generan bastante peligro, su vocación ofensiva suele dejar espacios en la zona posterios. Jara se ha consolidado como un central regular y fuerte en la marca mientras que Medel es el perro de presa de este equipo - suele marcar al delantero más peligroso y hasta ahora ha sido impasable tanto por arriba como por abajo.
La primera línea de volantes la conforman Charles Aránguiz, Marcelo Díaz y Arturo Vidal. El hombre del Hamburgo juega unos metros más retrasado y es el encargado de darle salida limpia al equipo mientras que el futbolista del Inter ayuda tanto en ataque como en defensa. Vidal, por otro lado, juega con libertad para sumarse en ofensiva. Tanto Aránguiz como Vidal llegan constantemente a posición de gol y entre ambos suman cinco goles en los primeros tres partidos de la Copa América.
El encargado de la creación es Jorge Valdivia. El Mago ha tenido problemas de lesiones en este último año con el Palmeiras pero llegó a punto en esta Copa América y cuando está bien fisicamente, es un futbolista capaz de marcar diferencias. Valdivia conserva su calidad exquisita en el último pase, ayuda en el costado defensivo y siempre se muestra libre para recibir el balón en el último cuarto de la cancha. Aportó con dos asistencias en el triunfo ante Bolivia.
La dupla ofensiva la conforman Alexis Sánchez y Eduardo Vargas. El delantero del Arsenal llegó como la gran estrella de este equipo al certamen continental y si bien sólo ha marcado un gol, su rendimiento ha ido aumentando con el paso del torneo por lo que puede ser un jugador clave en instancias decisivas. Vargas, por otro lado, sufrió problemas de lesiones antes de la Copa y se vio falto de ritmo en el amistoso ante El Salvador pero conserva su efectividad ya que suma dos goles en tres encuentros. Ambos jugadores se entienden a la perfección.
Jorge Sampaoli ha creado una máquina de atacar y si bien Chile se genera muchas ocasiones de gol, a veces su ímpetu ofensivo no los deja concretar con efectividad y además suelen dejar espacios en la zona posterior. Esas leves falencias, sin embargo, han sido cubiertas en la fase inicial de la Copa y considerando el nivel del resto de los equipos, Chile ha mostrado lo suficiente para ser considerando un elenco de temer en las instancias finales donde además tendrán el apoyo de su hinchada.