El referente. El capitán sin cinta. El líder espiritual de la Albiceleste. Es Javier Mascherano, el volante central surgido de River, que se consagró en FC Barcelona y este sábado, tras la goleada a Paraguay, buscará su primer título con la Selección.

El Jefecito, a sus 31 años, seguramente será de la partida en la gran final de la Copa América 2015 ante el anfitrión Chile, donde la Argentina buscará romper un maleficio de 22 años sin títulos a nivel de selecciones mayores (no sale campeón desde la Copa América de Ecuador 1993, con Alfio Basile como entrenador).

Una curiosidad de Masche es que debutó antes en la Mayor que en la Primera de River, allá por el 2003. Desde entonces, su nombre fue una constante y año tras año se afianzó en la Albiceleste, donde lleva disputados 116 partidos (superó los 115 de Roberto Ayala y solo lo pasa Javier Zanetti, con 145 encuentros) y disputará su cuarta final con la celeste y blanca.

En la tres finales previas, a Javier le tocó perder: la primera, en la Copa América Perú 2004, tras empatar 2-2 ante Brasil, la Selección cayó 3-2 en los penales. Luego, en la Copa América Venezuela 2007 y con Masche de entrada, la Argentina volvió a perder ante la Canarinha, por 3-0. La tercera, última y más importante, la definición del Mundial Brasil 2014, con caída 1-0 ante Alemania, en la prórroga.

En realidad, el mediocampista sí ganó torneos defendiendo los colores argentinos, pero fue en combinados Sub 23: medalla de oro en los Juegos Olímpicos Atenas 2004 y Beijing 2008, aunque no son competiciones reconocidas por la FIFA.

En Brasil, a base de sacrificio, esfuerzo e hidalguía, fue la bandera para llegar a la final, que por mala fortunda de los delanteros y en una jugada aislada, los alemanes se quedaron con la gloria. Un año después, Mascherano y la Argentina tendrán su ansiada revancha.