Una vez más, Rosario Central volvió a ganar y con 31 puntos se encuentra en las primeras posiciones del torneo al acecho de la punta. En un encuentro que comenzó ganando y que supo llevar a su favor durante la mayor parte del tiempo, se le complicó sobre los últimos minutos y debió soportar los arrebatos de Aldosivi para llevarse los tres puntos para Arroyito.

El trámite del partido resultó, desde los instantes iniciales, favorable para los dirigidos por Coudet. Los rosarinos salieron a atropellar al local desde el minuto cero, y tuvo su premio por duplicado en tan solo el primer cuarto de hora de partido.

Iban apenas 4 minutos cuando, luego de un córner y un rebote en el área, Lamberti cometió un penal agarrando a Musto de la camiseta cuando este se predisponía definir ante la humanidad de Campodónico. Penal cambiado por gol por el goleador, Ruben, quien alcanzó los 11 goles y se mantiene en la cima de la tabla de goleadores del torneo.

La actitud del canaya no cambió y a los 13 minutos llegó el segundo tanto auriazul. Luego de una buena jugada colectiva por la izquierda que al principio parecía diluirse, un rebote en la puerte del área le quedo al juvenil Cervi, quien acomodó la pelota magistralmente con su pecho y la empalmó de forma majestuosa para que el arquero del Tiburón no pudiera hacer nada, enviando la redonda al fondo de la red. Golazo y tranquilidad para el DT.

Sin embargo, los locales no se quedarían con los brazos cruzados. Comenzaron a buscar juego asociado de la mano de Lagos y Lugüercio por afuera, pero no lograban ser punzantes y llegar con claridad al arco de Caranta, quien lucía muy seguro a la hora de salir a cortar los constantes centros que llovían en su área, que eran la única forma en la que los conducidos por Teté Quiroz lograban llegar.

La más clara para el conjunto marplatense fue, en realidad, un penal no cobrado por mano de Pinola sobre un remate de Lugüercio que tenía, a pesar de que estaba Caranta para intentar impedirlo, destino de red. Loustau no cobró y los rosarinos se fueron al vestuario con una ventaja de 2 a 0.

En la segunda mitad, Central le cedió terreno al local y dejó venir por demasía a su contricante. Si bien este no lograba inquietarlo, se iba arrimando cada vez más al arco canaya. A su vez, quedó relegado a alguna contra, apostando sobre todo a la velocidad de Jonás Aguirre y Franco Niell, quien había ingresado en el entretiempo por el Chelito Delgado.

A pesar de esto y de no hacer pie, el Tiburón nunca logró transformar a su rival en su presa. Si bien tenía la pelota y tuvo alguna clara, solamente Diego Lagos era el único capaz de profundizar los ataques contra el arco de Caranta.

Central no era superado y parecía tener el partido abosulamente bajo control cuando, faltando tan solo 5 minutos para el final del encuentro, Niell tocó la pelota con la mano en su área cometiendo un penal que Vildozo cambió por gol. La noche parecía ennegrecerse y el partido se complicaba para los visitantes.

Sin embargo, dos minutos más tardes y con los de casaca verde y amarilla volcados completamente al ataque, un rebote favoreció a Aguirre en mitad de cancha quien inmediatamente decidió explotar una de sus mayores virtud, o quizás la mayor: su velocidad. El jugador comenzó una carrera llegando hacia el área contraria y asistiendo a Niell, quien acompaño la jugada y tras la asistencia de su compañero definió cruzando la pelota a contrapierna del arquero Campodónico. Se liquidaba el partido y el petiso se sacaba la mufa del penal que había hecho tan solo unos minutos atrás.

Y así, Rosario Central se adjudicó los tres puntos que lo ponen, junto a River, en la tercera posición de la tabla (31 puntos). Por encima se encuentran San Lorenzo (32 puntos) y aún más arriba Boca (34 puntos). En un torneo que promete ser apasionante hasta el final, el equipo de Coudet logró un triunfo que será valiosísimo y le servirá para comenzar a tomar confianza de cara al clásico rosarino a disputarse dentro de dos fechas.

LOS GOLES