Quilmes es uno de esos equipos que, pese a haber tenido años de continuidad en Primera, su andar es irregular e inclusive malo. En el torneo, el Cervecero se encuentra en la posición 23. Ganó cuatro partidos, empató cuatro y perdió ocho. Hizo 18 goles y le anotaron 24. Todo esto en 16 partidos.
El problema principal que más de un dolor de cabeza le trajo a Falcioni, radica en la defensa, más precisamente en la marca y el retroceso. Aunque siempre defiende con cinco jugadores, Quilmes lo hace en zona y eso significa problemas principalmente con equipos de hombres de altura, como le pasó con Sarmiento en el Sur. Lo mismo pasó en Córdoba, cuando Óbolo entró sin marca y sobre la hora le dio el triunfo a Belgrano.
El quiebre de las líneas tras una pared rival, es otro de los puntos más delicados del equipo. Constantemente han quedado solos los delanteros ante el arquero, producto de esta falencia del conjunto de la Provincia de Buenos Aires.
Las desatenciones en el fondo y el desatino a la hora de volver, hacen de esta defensa, vulnerable por donde se la mire.
Pero para no enfatizar solo en lo negativo, Rodrigo Braña fue incluido en la lista de concentrados y buscara ordenar a un grupo de hombres que pueden llegar a sufrir producto del nerviosismo y del asedio de un Estadio que estará a la espera de ver un Carlos Tévez intratable.