Diego Milito arrancó de gran manera el partido, como un goleador siempre quisiera, ya que a los cinco minutos durmió a la defensa de Sarmiento para anticipar el centro del costado derecho de Cerro para marcar el primer tanto del encuentro.

En el día en el cual Carlos Tévez volvió a jugar en Boca, Fernando Cavenaghi marcó cuatro goles, el Príncipe no se quedó atrás y con el gol de pecho, ¡sí!, de pecho, entró a la privilegiada historia del club entre los máximos goleadores.

Dos tacos, pases precisos, estar constantemente en alerta a un error defensivo del verde le bastó a Militó para sobresalir y ser la figura del partido para que Racing no se baje de la lucha por el campeonato.