Formosa deliró al ritmo de Carlos Tevez y compañía. Los hinchas formoseños se deleitaron con un gran espectáculo, que pocas veces pueden darse el lujo de ver y en directo. Banfield sufrió la presencia del delantero del seleccionado argentino, quien fue pieza clave para que Boca se traiga una valiosa y contundente victoria. La cual le permite seguir adelante en su camino por obtener la Copa Argentina.

La presión fue una de las grandes armas que tuvo el conjunto de Rodolfo Arruabarrena. Boca no dejó, casi en ningún momento, que Banfield se aproxime al arco de Agustín Orion. Del medio hacía adelante, todos atacaron al poseedor de la pelota, con el fin de recuperar y salir rápido. El Xeneize logró recobrar el balón, en varias ocasiones, muy cerca de la portería defendida por Enrique Bologna y creó varias situaciones de gol.

El Apache (Tevez) fue la gatillo de aquella arma que destrozó la defensa del Taladro. Nicolás Domingo tuvo que bailar con la más fea y, aunque no le dio mucho espacio, en más de una ocasión le vio el número al nuevo diez xeneize. El ex Juventus le aporta algo distinto al Xeneize. Como bien dijo Jonathan Calleri en La Red, "que Tevez es un crack lo sabemos todos". Sin embargo, Carlitos sigue sorprendiendo. La facilidad con que se libraba de la marca, la velocidad que implementaba en sus giros, hacían que cada arranque suyo fuera peligroso. Al menos, en este partido, logró calmar la ansiedad por la llegada de su gol, ya que, con una buena ejecución de tiro libre, logró vencer la resistencia de Bologna.

Pero el fútbol de Boca no pasa solo por la presencia de Carlitos. Pablo Pérez se mostró como el mejor cómplice del Apache. A diferencia del último partido, el ex Newell's mantuvo la cordura y su nivel de juego. El volante puede ser una gran variante para el DT, posee una gran pegada, buena visión y logra complementarse con los atacantes. Además, aparece sorpresivamente dentro del área y desconcierta al conjunto rival.

En el mediocampo, otro que brilló fue Andrés Cubas, quien a los pocos minutos de partido se ganó la ovación. El pibe juega como un veterano. Se para bien, es opción de pase y la rueda de auxilio de aquellos que en los últimos metros hacen desastre. Cubitas, como lo conocen al misionero, es una de las grandes promesas que pide pista en este Boca. Es un volante con presencia en el mediocampo, con quite limpio. Sin dudas, una gran opción para el Vasco.

La última línea mostró una gran firmeza cuando el encuentro estaba 0-0 y Banfield iba por las bandas intentando romper el cero. Tanto Fabián Monzón como Gino Peruzzi se mostraron seguros, tanto a la hora de regresar a defender, como para salir jugando e ir al ataque. La gente amedrentaba también la buena actuación de los laterales xeneizes.

La gente se deshizo las manos en aplausos con el equipo del Vasco Arruabarrena. Boca demostró un gran nivel de juego, pero no solo porque su figura brilló de principio a fin, sino porque el equipo lo hizo. El Xeneize jugó un partido inteligente, se mostró firme y seguro, generó chances y, poco a poco, acabó con el plan del Taladro.