El técnico y los jugadores lo sabían, en la semana lo mencionaron en conferencia de prensa, eran conscientes de que los partidos pos clásico son muy complicados por lo que significa cambiar el chip y dejar de lado todos los festejos para concentrarse al 100% en el próximo rival, y a pesar de que en la previa del encuentro con Sarmiento los protagonistas coincidieron en que ya habían cambiado dicho chip, lo que se vio ayer en el Gigante estuvo muy lejos de demostrar eso.
El emotivo recibimiento al equipo cuando salió al campo de juego no logró meter en el partido a los jugadores, que no hacían pie en el arranque, sin poder controlar el balón y errando mucho en los pases. Fue uno de los peores primeros tiempo de Rosario Central en el campeonato, y el Verde con sus escasas armas se mostraba seguro, esperando el error ajeno para aprovechar y golpear de contra, pero por momentos se animaba a manejar la pelota y jugar, y sobre el cierre de la primera etapa, el Canalla quedó mal parado y Luna abrió el marcador para la visita.
Para el segundo tiempo Eduardo Coudet sacó a Franco Cervi y mandó a la cancha a José Luis Fernández y a Franco Niell, pero el trámite no fue muy distinto a pesar de que el equipo comenzó a empujar y arrinconar a Sarmiento bajo el incansable aliento de la hinchada, pero con más enjundía y amor propio que ideas y fútbol. Recién cuando ingresó Giovani Lo Celso para el último tramo fue cuando Central vislumbró el camino para vulnerar a Rigamonti, ya que en sus pies nació la jugada del empate, asistiendo magistralmente a Marco Ruben para que el goleador del campeonato anotara el 1-1 a quince minutos del final.
Apenas algunas proyecciones peligrosas de Villagra, los destellos de Cervi en el primer tiempo y de Delgado en el complemento, el buen ingreso de Lo Celso, la seguridad de la zaga central Donatti - Pinola, más allá de la desatención en el gol del Kiwi, y la gran jerarquía de Ruben dentro y fuera del área, los escasos puntos altos de un Central que sumó su quinto empate consecutivo en el Gigante y volvió a dejar puntos en el camino que lo alejaron un poco de la pelea, ya que quedó a cuatro unidades de Boca, que jugará esta tarde con Unión.